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Endurecen regulación a Uber; apps deberán operar con una licencia especial

Para poder prestar sus servicios, este año los conductores de empresas como Uber, Cabify y DiDi deberán de tramitar una nueva licencia y usar tarjetón, además de que ya no podrán cobrar en efectivo, de acuerdo con disposiciones al Reglamento de la Ley de Movilidad publicadas ayer en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.

Obtener la nueva licencia Tipo E1 no tendrá costo, sólo habrá que acudir, entre mayo y noviembre, a los módulos de la Secretaría de Movilidad (Semovi), pero será necesario presentar una licencia Tipo A con una antigüedad mínima de tres años, además de un documento que avale que trabajan para alguna de las firmas que operan mediante el uso de aplicaciones móviles.

En los lineamientos, que entran en vigor hoy, se establece que las empresas que ofrezcan este tipo de servicio están obligadas a registrarse ante la Semovi, lo mismo que todas las unidades inscritas en su plataforma, las cuales deberán tener un costo de factura de origen de al menos 250 mil pesos y no exceder los diez años de antigüedad.

Si cumplen con esos requisitos, la Semovi otorgará a cada automotor una Constancia de Registro Vehicular, en tanto que la empresa para la que trabaje deberá proporcionar un tarjetón distintivo.

De acuerdo con el Reglamento, los choferes no podrán recibir pagos en efectivo, ni mediante tarjetas prepagadas o monederos electrónicos, es decir, sólo vía tarjeta de crédito o débito.

También se indica que las unidades que operen en esta modalidad de transporte de pasajeros deberán pasar revista, la cual tendrá un costo de mil 635 pesos, mismos que deberán de ser pagados por las empresas.

Fuente: Excelsior

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Cómo denunciar a las escuelas que exigen regresar a clases presenciales

La titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez, informó que, hasta el momento 12,639,915 estudiantes y 1,200,245 docentes regresaron a las actividades presenciales en 135,230 centros educativos a lo largo de la República, luego de más de un año de pandemia.

Sin embargo, debido a que las clases presenciales no son obligatorias, muchos otros estudiantes optaron por continuar su educación desde casa, de manera que las escuelas no pueden obligar a los menores a regresar a las aulas físicamente.

Para realizar este tipo de denuncia y otras inquietudes al respecto, la SEP habilitó el Sistema de Orientación e Información del Sector Educativo (TELSEP), donde se podrá consultar todo lo relacionado con el regreso a las aulas, además de realizar quejas.

En la CDMX, las escuelas de educación básica se podrán denunciar en este número telefónico 55 36 01 87 99 extensión 48543.

Respecto a las y los alumnos de escuelas media superior y superior, podrán denunciar a sus planteles a través del Sistema Integral de Quejas y Denuncias Ciudadanas (SIDEC), que se encuentra aquí.

¿Qué se necesita para denunciar?

Ante cualquier circunstancia, los tutores del menor deberán proporcionar los siguientes datos:

– Nombre completo

– Domicilio

– Correo electrónico

– Nombre de la escuela

Durante la mañana del martes, Gómez también señaló que se han detectado casos de COVID-19 en 88 escuelas del país, lo que representa el 0.06% de los colegios que se encuentran actualmente abiertos. De los centros reportados, solamente 39 han cerrado temporalmente como medida de prevención, es decir, el 0.03%.

“Eso también nos da un buen indicio de que todo lo que se está haciendo, de este esfuerzo, está bien (…) Vamos muy bien y yo creo que vamos a ir cada día mejor”, expuso.

“Se ha incrementado y se sigue incrementando el número de escuelas abiertas, de compañeros trabajadores de la educación y de alumnos (…) Lo agradezco y reconozco el esfuerzo que se está haciendo”, agregó.

Asimismo, Gómez Álvarez se mostró agradecida con las autoridades federales, así como con las familias quienes, aseguró, se han comprometido para el cumplimiento de los filtros de seguridad sanitaria.

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México

Tres pescadores mexicanos pasaron 27 días en altamar sobreviviendo a base de sangre de tortuga, agua de lluvia y pescado crudo

En México, tres pescadores fueron rescatados sanos y salvos en aguas de la bahía de Tehuantepec (Oaxaca) tras estar desaparecidos en altamar cerca de 27 días, informaron esta semana medios locales. Marcos Alfaro Salgado, Mauricio Trinidad Mesinas y Jorge Trinidad Mesinas habían zarpado a bordo de una embarcación tiburonera desde Puerto Madero, en el municipio de Tapachula, en el estado vecino de Chiapas, el pasado 10 de agosto. Tenían planeado regresar a tierra al día siguiente, pero los fuertes vientos del océano Pacífico los arrastraron mar adentro.

El 11 de agosto, los tres hombres se comunicaron con la capitanía del puerto para reportarse e informar que habían perdido la orientación. Fue la última vez que se supo de ellos y, desde entonces, sus familiares solicitaron que se iniciara una búsqueda. El dueño del pesquero que los trasportaba prometió enviar una lancha para rescatarlos, pero las condiciones climáticas lo impidieron.

Luego de algunos días, los intentos por encontrarlos se detuvieron. En ese entonces se esperaba la llegada del huracán Grace a México, que pronosticaba fuertes lluvias e inundaciones. Entre tanto, el oleaje alejaba cada vez más a los pescadores, que se habían quedado sin combustible y sin manera de comunicarse. Como no habían previsto tal calamidad, llevaban pocos víveres y se vieron obligados a sobrevivir con agua de lluvia, pescado crudo y sangre de dos tortugas que lograron capturar, según contaron a la prensa.

El fin de semana pasado, los tripulantes avistaron un peñasco y, remando con sus manos y con la ayuda de las olas, terminaron encallando en esas rocas y pisaron tierra firme. La noche del domingo otra embarcación pesquera que transitaba por aguas de Tehuantepec los detectó y emprendió su rescate. Al llegar a las costas de la bahía, recibieron atención médica y establecieron contacto con sus familiares.

El pasado lunes 6 de septiembre los tres protagonistas de la historia regresaron a sus hogares en Puerto Madero, donde tuvieron un emotivo reencuentro con sus allegados. En diálogo con el diario Milenio, Jorge y Mauricio Trinidad, de 28 y 31 años respectivamente, confesaron haber sufrido mucho con su experiencia y aseguraron que iban a renunciar a la pesca y volverían a su antiguo trabajo en el área de la construcción. Por su parte, Marcos, de 50 años, regresará al mar cuando se recupere. «Los tres coincidieron en que es una lección y oportunidad de vida, que aprovecharán para ser mejores personas», recoge el periódico.

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