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Opinión

Navidad: ¿abundancia o exceso? Por Itali Heide

La Navidad se acerca, y con ella, el estrés que representa prepararse para las festividades de la época. Aunque la situación actual de salud pública está cambiando cómo celebraremos Navidad, teniendo en cuenta todas las precauciones necesarias, indudablemente no habrá escasez de regalos. Como cada año, los carritos de compra se llenan alrededor del país, de forma más virtual que nunca.

La Navidad se ha convertido en sinónimo de la desmesura: en las celebraciones, cajas envueltas en papel de colores sobran y mesas llenas de comida se convierten en recalentado olvidado, frecuentemente dejando la conexión humana en segundo plano. No es totalmente nuestra culpa, la era del híper-capitalismo nos obliga a considerar la época navideña como un tiempo de consumo en lugar de celebración. Preguntémonos, ¿celebramos en abundancia, o en exceso?

Según Merca2.0, el consumidor mexicano destina alrededor de 5 mil 45 pesos en regalos cada año. (Imagen: Chantal DeGaust)

Ojo: los regalos son algo maravilloso. Es una manera de mostrar afecto, y un regalo considerado puede acercarnos y conectarnos con quien amemos. Sin embargo, un regalo valioso no tiene que ser superficial. Más a menudo de lo que deberíamos, recurrimos a la compra fácil que terminará acumulando polvo. Cegados por la constante e implacable publicidad navideña y la narrativa materialista, olvidamos que tenemos más opciones.

Ahora, más que nunca, nuestra manera de ‘navidear’ podría generar un impacto positivo. Al buscar regalos de pequeños negocios locales, artesanos nacionales y la tiendita de la esquina, apoyamos a quienes se han visto más afectados por las restricciones del COVID. Otra gran opción es un regalo casero: no tiene que ser complejo, incluso el regalo mas simple hecho a mano puede demostrar cariño de una forma increíblemente significativa. Activemos el chip de compra consciente con una pregunta: ¿quién se beneficia de esta compra? Quizás el poder conseguir lo que queremos, cuando lo queremos y cómo lo queremos, nos desasocia de la razón por la que consumimos y regalamos en primer lugar.

Un estudio demostró que más de la mitad de los mexicanos festejarán y consumirán con dinero prestado. (Imagen: Kira auf der Heide)

Independientemente del motivo por el que celebramos la Navidad, el espíritu navideño es colectivo. Este año, el mejor regalo que podemos darnos a nosotros mismos es un cambio hacia una forma más reflexiva, consciente y amorosa de dar regalos. Celebremos un giro del consumismo a la austeridad, de lo mundano a la virtud y recordando que cantidad no es calidad.

Opinión

Diplomacia. Por Raúl Saucedo

Estirar la liga

En un mundo interconectado y globalizado, la diplomacia como máxima de la política entre las naciones se erige como un pilar fundamental para el mantenimiento de la paz, la estabilidad y la cooperación. La importancia de la diplomacia radica en su capacidad para resolver conflictos, fomentar el diálogo y promover el entendimiento mutuo en un escenario internacional cada vez más complejo y diverso.

La diplomacia, en su esencia, consiste en el arte de la negociación y el manejo de las relaciones internacionales entre los países. A través del diálogo y la negociación, los diplomáticos buscan alcanzar acuerdos y soluciones que beneficien a todas las partes involucradas. En un mundo marcado por la interdependencia y la multiplicidad de actores internacionales, la diplomacia se convierte en una herramienta indispensable para abordar los desafíos globales, como el cambio climático, las guerras, la migración y la inequidad de la riqueza.

Conforme a lo antes expuesto querido lector usted habrá de traer a su pensamiento lo recientes sucesos en el país de Ecuador, donde la diplomacia (si es que existió) fracaso a tal modo dejó como estela imágenes de la irrupción de las fuerzas del orden ecuatorianas en la sede diplomática de México en aquel país Sudamericano.

Pero que es lo que esconde este “asalto” y falta grave a la diplomacia internacional, permítame tratar de resumirlo, antes de ello pongo a referencia para su consulta una columna que escribí en el pasado mes de enero donde hablo precisamente del perfil del presidente de ecuador Daniel Noboa (1).

Vayamos pues. La interrupción a una sede diplomática no es una acción tomada a la ligera, sino que implica la participación de fuerzas armadas, empresarios, partidos políticos y miembros del gobierno, y se planifica cuidadosamente considerando sus repercusiones. En el caso del asalto a la embajada de México en Quito por parte de la policía ecuatoriana, se sugiere que esta acción fue plenamente planificada, lo que lleva a cuestionar la verdadera autoridad del presidente ecuatoriano sugiriendo que su padre, el empresario Álvaro Noboa (Perdedor de 5 contiendas presidenciales), ejerce el poder en la sombra. Aunque la crisis diplomática resultante pueda revertirse a corto plazo, Ecuador logra momentáneamente su objetivo de impedir la salida al exilio del ex vicepresidente Jorge Glas Espinel.

Jorge Glas Espinel quien es el epicentro de la disputa diplomática fue vicepresidente de dicho país durante 2 periodos (Rafael Correa y Lenin Moreno), durante ese periodo Glas fue condenado a 8 años de cárcel por recibir sobornos de la constructora brasileña Odebretch, en un caso que abarca diferentes gobiernos de toda América Latina,  entre ellos México.

Jorge Glas Espinel. Salió del gobierno de Lenin Moreno y se entregó a las autoridades para cumplir su condena, pero por medio de los recursos jurídicos pudo obtener la libertad condicional a la mitad de su condena. Los procesos en su contra se mantuvieron y a finales de 2023, ya durante el gobierno de Daniel Noboa, lo citaron para que diera explicaciones

sobre el manejo de fondos sobre el terremoto que había ocurrido en la provincia de Manabí, (7 años antes).

Glas entonces buscó refugio diplomático en la embajada de México. Durante estos meses, las acciones judiciales para que el gobierno de México lo entregara no tuvieron éxito, acogiéndose nuestro país a la figura de “huésped” misma que no existe en el derecho internacional, no fue sino hasta las declaraciones del ejecutivo federal sobre el pasado proceso ecuatoriano donde empezó la tensión entre las naciones, declarando la no gratitud de la presencia de la embajadora de México en Ecuador y la declaración del asilo político de Glas misma que quizá fue tardía y sobre reaccionada ya con el conflicto encima.

Todo lo anterior expuesto desencadenó que la madrugada de este sábado un grupo de uniformados entró por la fuerza y en forma irregular a la sede diplomática y se llevó por la fuerza al dos veces vicepresidente Glas.

A la fecha México ha sido arropado por diferentes naciones y organizaciones internacionales referente a los sucesos, esto no puede marcar una directriz referente al futuro de las naciones, la respuesta tiene que ser enérgica y contundente.

Mientras los juristas y jugadores de padel definen como territorio mexicano la Embajada, yo apelo solamente a la condición de extraterritorialidad en el espacio de las casonas. Mientras tanto hago votos para que la situación se resarza silbando y cantando aquella del maestro Joaquín Sabina…. “De Sobra sabes que eres la primera.”

(1) https://segundoasegundo.com/el-milenial-por-raul-saucedo/

@Raul_Saucedo rsaucedo@uach.mx

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