Otra polémica, otra farsa, otra idea que suena arrancada de las historias más bizarras que podamos imaginar, en nuestro país, desde hace ya varios meses esto es pan de cada día.
El pasado jueves el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sesionó sobre la constitucionalidad de la tan sonada consulta ciudadana que buscaba como fin el enjuiciar a los expresidentes con la pregunta; ¿Está de acuerdo o no con que a las autoridades competentes, con apego a las leyes y procedimientos aplicables, investiguen y en su caso sancionen la presunta comisión de delitos por parte de los ex presientes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, antes, durante y después de sus respectivas gestiones? El presidente posicionó el tema, como siempre, en el pensamiento colectivo utilizando su conferencia matutina como herramienta de difusión, tuvimos un bombardeo constante de esa descabellada idea, el 1 de octubre seis ministros del poder judicial, buscaron mil maneras de justificar con la más bella retorica otra locura presidencial, utilizando discursos elocuentes y dando la vuelta a la realidad con tecnicismos jurídicos ocultaban el trasfondo real, finalmente ganaron por un voto y dieron luz verde a otra orden del ejecutivo, teniendo a seis ministros arrodillados, incluyendo al ministro presidente, al final hicieron cambios radicales a la pregunta, pero el capricho se cumplió, el último bastión que servía como contrapeso ese jueves se derrumbó.
El ministro Laynez fue, para mi gusto, el mas enfático y coherente de todos, afirmaba que la justicia no se negocia, que no debe por ningún motivo ser objeto de consulta y entre otras cosas afirmaba respecto a la consulta; «Yo no tengo duda de lo que significa la participación de la sociedad y creo que eso no está a discusión, hay muchas formas de consultar a los ciudadanos».
No solo es frustrante, sino dolorosa la manera en la que se quiere manipular una y otra vez a la ciudadanía con populismo barato, hacen creer a la población que si esta consulta no es apoyada por el grueso de los ciudadanos no se podría abrir un proceso en contra de cualquier funcionario que hubiera, si así se probara, cometido un ilícito. No hay nada más falso que esa absurda afirmación, de ninguna manera es necesaria la consulta y sobre todo el gasto millonario que esta implica, aquí se les olvido la austeridad republicana, no hay dinero para medicamentos contra el cáncer, estancias infantiles, refugios para mujeres violentadas, comedores comunitarios, pero si lo habrá, y de sobra para una absurda consulta, cuyo único objetivo es mantener la popularidad del presidente en alto, para que así, porque esa es la única forma que conocen, ganen su candidatos.
Si la Procuraduría General de la República cuenta con elementos para enjuiciar a cualquier exfuncionario, incluyendo a los ex presidentes, que haga uso de su monopolio de acción penal y que se abra proceso a quien presuntamente haya cometido algún delito, no es necesario preguntar a todo el país para ello.
Poniendo en perspectiva esta situación, es tan absurdo como si se nos cuestionara vía una consulta ciudadana si se debiera o no abrir una carpeta de investigación en contra un presunto violador, aun cuando la fiscalía contara con elementos que hicieran suponer la culpabilidad del presunto delincuente, tendríamos, siguiendo este patético ejemplo, que someter a una votación el proceder de la fiscalía, gastando tiempo, dinero, esfuerzo, entonces; ¿Cuál sería el fin de tener un órgano dentro de la estructura gubernamental que se encarga de ello?
Cada día la tiranía deja las sombras y se muestra tal como es, un gobierno unipersonal y absoluto, sin limitaciones, que solo responde a los intereses del gobernante, la consulta es a todas luces inconstitucional, desde que estamos en la facultad de derecho nos enseñan a idealizar la figura de los ministros, hoy se muestran más humanos que nunca, cediendo por cuestiones políticas a enormes aberraciones jurídicas, el único freno que puede existir a estas atrocidades, es la democracia, las vísceras y la venganza sobrepasan las necesidades reales y siguen siendo el motor para tomar las decisiones en este país, porque como afirma el pensamiento platónico; “Solo el yugo más indócil podría esperarse del rencor con que gobierna el esclavo recién convertido en amo”.