En las colonias Valle de La Esperanza, Los Aparejos, Coyamito y el Ágate, más de un centenar de menonitas estudian la primaria y la secundaria en el Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos (ICHEA), ante la necesidad de aprender a hablar español y de contar con documentación oficial para acreditar su identidad al realizar trámites, como la obtención del pasaporte o el manejo de créditos y cuentas bancarias.
Daicy Mauricio Gallegos, asesora educativa voluntaria es originaria de La Esperanza donde terminó la secundaria gracias al ICHEA. Se inició en la labor de asesora de la comunidad porque su esposo es empleado de una familia menonita, por lo que conviven de manera cotidiana con ellos, al granjearse la amistad de varias mujeres de la comunidad, éstas le solicitaron les enseñara a hablar mejor el español.
Por esta razón Daicy les propuso que, al igual que ella, formalizaran sus estudios inscribiéndose en el ICHEA, fue así que en julio de 2012 iniciaron clases con un grupo de 20 amas de casa, a las que cada semana se suman más personas, llegando en la actualidad a poco más de un centenar, entre las que se encuentran varios matrimonios y algunos de los maestros de las escuelas tradicionales menonitas.
“Son muy metódicos, les gusta estudiar a conciencia libro por libro, saben leer y escribir, pero como no dominan el español, tienen dificultades para entender las preguntas de los exámenes, así que decidieron estudiar desde el nivel inicial (alfabetización)”, comenta Daicy.
Aunque la función principal del ICHEA es brindar educación básica a personas mayores de 15 años entre los estudiantes de dicha comunidad se encuentran niños y niñas que estudian mediante el proyecto especial del ICHEA Primaria 10-14, que por excepción atiende infantes en ese rango de edad.
Es de notar que entre los jóvenes y adultos estudiantes la gran mayoría son mujeres, pues fueron ellas las que tomaron la iniciativa ante la necesidad de aprender a hablar español, pues es más frecuente que sean los hombres quienes aprenden a hablarlo.
Una de ellas es Elizabeth Peters, madre de 3 niños quienes la acompañan a presentar el examen en el edificio de la escuela local en Valle de La Esperanza. Ella vive en El Ágate y fue una de las mujeres que solicitó a Daicy primero clases de español y luego se inscribió en el ICHEA.
De sonrisa fácil y ojos vivaces que reflejan una gran inteligencia, Elizabeth dice que quiso estudiar porque su español “es muy pobre”. Comenta que hace siete años se empezaron a fundar estas colonias en el municipio de Ahumada y que en las escuelas de aquí ya enseñan español a los niños y las niñas en la escuela tradicional, además del bajo alemán, su idioma materno.
Redacción: Corina Muruato
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