La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado de Michoacán dijo que «no se tiene registro de ningún incidente violento» en Tumbiscatío.
El reporte oficial apareció en la cuenta de Twitter de la dependencia, @MICHOACANSSP, sin detalles adicionales.
La breve declaración sigue a versiones que circularon más temprano por la mañana, según las cuales se produjeron dos ataques con armas y granadas contra miembros de un grupo civil armado de autodefensa, con un saldo de 16 muertos y diez heridos.
La agencia Dpa reportó la versión, citando a la página de Facebbok de la policía estatal rural.
De acuerdo con esa versión, el primer ataque ocurrió la medianoche del martes cuando un grupo de civiles se dirigía a hacer un cambio de guardia en la localidad de Tumbiscatío y «fue emboscado desde varios frentes al circular por el poblado Las Cruces».
Ese enfrentamiento duró unos 40 minutos y dejó 11 muertos y seis heridos, de acuerdo con la información preliminar con la que cuenta la fuerza rural, un cuerpo que fue creado el año pasado por el gobierno precisamente con el objetivo de sustituir a los grupos de autodefensa.
Según un comunicado, a las dos de la madrugada local se recibió una llamada que alertaba sobre otro enfrentamiento, ocurrido entre la sierra de Tumbiscatío y Arteaga.
Ahí presuntamente murieron otros cinco miembros de las autodefensas y cuatro resultaron heridos por la explosión de una granada.
«Presumiblemente los atacantes serían integrantes de otro grupo de autodefensas con marcada rivalidad hacia los agredidos», indicó la policía. «De ese bando no se reportaron heridos al parecer por la ventaja del terreno», agregó.
Los grupos de autodefensa surgieron en 2013 con el objetivo declarado de defender a sus comunidades de asesinatos, secuestros y extorsiones del crimen organizado, en particular del cártel de Los Caballeros Templarios.
Sin embargo, algunos de sus integrantes han estado bajo sospecha de tener vínculos con organizaciones criminales y de trabajar para ellas.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto dispuso el año pasado la disolución de las milicias civiles y les dio la posibilidad de integrarse a una nueva Fuerza Rural, dependiente de la policía estatal, pero algunos grupos siguen operando.
(Con información de Dpa)
La Jornada