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México

De 21 puñaladas fue asesinado el periodista Carlos Domínguez en Tamaulipas

El periodista Carlos Domínguez, de 77 años y quien tenía una columna política y trabajaba para El Diario de Nuevo Laredo, fue asesinado el sábado pasado de 21 puñaladas.

De acuerdo con información difundida por el periodista Humberto Padgett en el espacio informativo de Ciro Gómez Leyva, en el momento de la atípica ejecución, viajaba en su auto acompañado de cuatro familiares, dos adultos y dos menores, quienes resultaron ilesos al ataque.

Comentó que, por razones obvias, la familia ha estado renuente a ofrecer declaraciones públicas, pero hasta donde se sabe Carlos Domínguez no había solicitado ser incluido en el mecanismo de protección a periodistas, pero las autoridades investigan su trabajo periodístico con la ejecución.

El fin de semana la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sostuvo comunicación con familiares de la víctima, a quienes ofreció la solidaridad y su respaldo. Visitadores adjuntos se trasladaron a la ciudad de Nuevo Laredo donde realizarán las primeras diligencias con las autoridades locales.

«Este Organismo Nacional solicitó al gobierno de esa entidad federativa medidas cautelares a fin de proteger a los familiares del periodista, y ofrecer la contención emocional que requieran ante estos lamentables hechos», indicó la CNDH mediante un comunicado de prensa.

Fue un ataque directo, participaron más de dos personas en ejecución

En su oportunidad y entrevistado por Ciro Gómez Leyva, el fiscal de Tamaulipas, Irvin Barrios informó que se trató de un ataque directo contra Carlos Domínguez, que más de dos personas lo interceptaron en un semáforo y le dieron 21 puñaladas.

Refirió que no había denunciado amenazas de ningún tipo ante ninguna autoridad y aseguró que la familia del periodista de 77 años ya tiene protección de la autoridad y que ya hay comunicación entre la familia y la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Calificó el hecho como un acto cobarde y denunció que se le acercaron unas personas, abren un vehículo y lo privan de la vida. Indicó que no hay conocimiento o antecedentes de alguna denuncia realizada por él.

Fuente: Grupo Fórmula

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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