1. No viajar cuando tuviste la oportunidad.
Los viajes se tornan infinitamente más difíciles a medida que te haces mayor, especialmente si tienes familia y necesitas pagar el viaje para tres personas más, en lugar de solo pagar el tuyo.
2. No aprender otro idioma.
Te arrepentirás cuando te des cuenta que tomaste tres años de idiomas en la secundaria y no recuerdas nada.
3. Permanecer en una mala relación.
Nadie que alguna vez haya terminado una mala relación mira atrás sin desear haberlo hecho antes.
4. Abstenerse de usar protector solar.
Las arrugas, los lunares y el cáncer de piel pueden ser evitados en gran medida si te proteges.
5. Perderte la oportunidad de ver a tus músicos favoritos.
“Nah, amigo, voy a ver a Nirvana la próxima vez que vengan al pueblo”. Muestra de exasperación.
6. Tener miedo de hacer cosas.
Mirando al pasado pensarás, ¿A qué le tenía tanto miedo?
7. Fallar en hacer de tu salud física una prioridad.
Muchos de nosotros pasamos el mejor momento físico de nuestras vidas en el sofá. Cuando llegas a los 40, 50, 60 y mas, soñarás con lo que pudiste haber hecho.
8. Dejarse definir por los roles de género.
Pocas cosas son tan tristes como una persona vieja diciendo: “bueno, simplemente no se hacía en aquel entonces”.
9. No renunciar a un empleo terrible.
Mira, tienes que pagar las facturas. Pero si tú no haces un plan para mejorar tu situación, podrías despertar un día habiendo pasado 40 años en el infierno.
10. No poner más atención en la escuela.
No es solamente que tus calificaciones jueguen un papel en determinar cómo terminará tu vida. Al final, te darás cuenta de lo bueno que era pasar todo el día aprendiendo y desearías haber puesto más atención.
11. No darte cuenta de lo hermoso que eras.
Muchos de nosotros pasamos nuestra juventud infelices con la forma en que nos vemos, pero la realidad es, que es cuando somos más hermosos.
12. Tener miedo de decir “te amo”.
Cuando seas mayor, no te importará si tu amor no fue correspondido – solo que hiciste saber cómo te sentías.
13. No escuchar los consejos de tus padres.
No quieres escuchar cuando eres joven, pero la exaperante verdad es que la mayor parte de lo que dicen tus padres sobre la vida es verdad.
14. Pasar tu juventud ensimismado.
Francamente te sentirás avergonzado por eso.
15. Preocuparte demasiado por lo que piensa la gente.
En veinte años no darás un céntimo por ninguna de esas personas por las que tanto te preocupaste.
16. Apoyar los sueños de otros por encima de los tuyos.
Apoyar a otros es una cosa hermosa, pero no cuando eso significa que tú nunca podrás brillar.
17. No cambiar de rumbo lo suficientemente rápido.
Las personas mayores recuerdan los grandes períodos de tiempo que pasaban levantándose a sí mismos del suelo, como nada más que tiempo perdido.
18. Guardando rencores, especialmente con aquéllos que amas.
¿Cuál es el punto de revivir la ira una y otra vez?
19. No defenderte por ti mismo.
Las personas mayores no aceptan las imbecilidades de nadie. Tú tampoco deberías.
20. No haber hecho suficiente trabajo voluntario.
Está bien, probablemente no te arrepentirías de no haber hecho trabajo voluntario al estilo de “Los juegos del hambre”, pero estando cerca del fin de la vida propia, sin haber ayudado a hacer del mundo un mejor lugar es una gran fuente de tristeza para muchos.
21. Descuidar tus dientes.
Cepilla. Limpia con hilo dental. Ve al dentista regularmente. Esto parecerá exasperantemente fácil cuando tengas prótesis dental.
22. Dejando pasar la oportunidad de preguntar cosas a tus abuelos antes que mueran.
La mayoría de nosotros nos damos cuenta demasiado tarde sobre el maravilloso recurso que son nuestros abuelos. Ellos pueden explicar todo lo que alguna vez has querido saber sobre de dónde viniste, pero solamente si les preguntas a tiempo.
23. Trabajando demasiado.
Nadie mira hacia atrás desde su lecho de muerte y desea haber pasado más tiempo en la oficina, pero todos quisieran haber pasado más tiempo con la familia, amigos y con sus pasatiempos.
24. No aprender a cocinar una comida impresionante.
Saber hacer una comida capaz de hacer babear a los demás, todos esos festejos y celebraciones serían mucho más especiales.
25. No detenerse lo suficiente para apreciar el momento.
Los jóvenes están constantemente moviéndose de un lado a otro, pero detenerse a apreciar las cosas de vez en cuando es algo bueno.
26. No terminar lo que empezaste.
“Yo tuve grandes sueños de llegar a ser enfermera. Incluso me inscribí para las clases, pero luego…
27. Nunca dominar un truco impresionante para fiestas.
Tú irás a cientos, si no es que miles, de fiestas en tu vida. ¿No sería fantástico ser el centro de todas ellas?
28. Dejar que te definan las expectativas culturales.
No permitas que te digan, “nosotros no hacemos eso”.
29. Rehúsarte a dejar que tus amistades sigan su curso.
La gente se distancia. Aferrarte a lo que fue, en lugar de reconocer que las cosas han cambiado, puede ser una fuente de continua inquietud y tristeza.
30. No jugar lo suficiente con tus hijos.
Cuando seas mayor te darás cuenta que en un abrir y cerrar de ojos tu hijo pasó de querer jugar contigo, a querer que salgas de su habitación.
31. Preocuparte demasiado.
Como cantaba Tom Petty, “la mayor parte de las cosas por las que me preocupé nunca ocurrieron”.
32. No pasar suficiente tiempo con tus seres queridos.
El tiempo con nuestros seres queridos es finito. Haz que valga la pena.
33. Nunca actuar enfrente de otros.
Esto no es algo de lo que todos se arrepientan, pero muchas personas mayores desearían haber sabido -al menos una vez- como se sentía pararse frente a una multitud y mostrar sus talentos.
34. No haber sido agradecido antes.
Esto puede ser difícil al inicio, pero al final queda claro que cada momento de esta vida -desde lo mundano hasta lo maravilloso- es un regalo del que somos increíblemente afortunados de poder compartir.
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