El Congreso de la Unión aprobó con 337 votos a favor y 126 en contra la reforma a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que incrementa los gravámenes a cigarros, bebidas con edulcorantes, refrescos, videojuegos “con contenido violento extremo o no apto para menores” y juegos con apuestas, incluyendo sorteos por medios electrónicos. La medida, impulsada por Morena y sus aliados, no tuvo abstenciones y ahora será analizada por el Senado.
Durante la discusión, el diputado de Morena Daniel Murguía destacó que el IEPS generará en 2026 ingresos por aproximadamente 761.5 mil millones de pesos, representando 1.8% del Producto Interno Bruto y más del 10% de la recaudación federal.
Una de las modificaciones aprobadas permite diferenciar el tratamiento fiscal entre bebidas azucaradas y aquellas elaboradas con edulcorantes. El coordinador del PVEM, Carlos Puente Salas, explicó que las primeras tendrán un IEPS de 3.08 pesos por litro, mientras que las segundas pagarán 1.5 pesos por litro. Esta diferenciación busca incentivar la migración hacia productos menos dañinos para la salud, fomentando la innovación y la reformulación de bebidas más saludables. Las cuotas se aplicarán también a concentrados, polvos y jarabes, y se actualizarán anualmente, según lo publique la Secretaría de Hacienda en el Diario Oficial de la Federación.
El dictamen generó críticas de la oposición. El diputado del PAN, Éctor Jaime Ramírez Barba, calificó la medida como “un nuevo impuesto absolutamente recaudatorio” y cuestionó la relación directa entre consumo de refrescos y enfermedades como la diabetes. Por su parte, el diputado del PRI, Luis Gerardo Sánchez Sánchez, advirtió que los aumentos podrían repercutir en toda la cadena productiva y afectar la canasta básica.
Diputados de Morena defendieron la iniciativa como una estrategia de salud pública. Beatriz Milland Pérez explicó que los ajustes buscan “corregir el mercado” y proteger a la niñez, evitando el uso de imágenes de menores como modelos de consumo. Señaló que los incrementos no buscan castigar al consumidor, sino incentivar decisiones más saludables.
Con la aprobación en la Cámara de Diputados, la reforma fue enviada al Senado para su análisis y eventual ratificación, consolidando una de las principales medidas fiscales de la 4T para el próximo año.