El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció el lunes el cierre de la operación para la compra total de la refinería Deer Park de Houston, en Texas (EE.UU).
Petróleos Mexicanos (Pemex) ya era propietaria del 49,995 % de las acciones de la refinería, por lo que con esta operación adquirirá el restante 50,005 %, en manos de la compañía Shell.
La operación de compra para hacerse con la totalidad de la refinería, que esperan que termine de concretar en el último trimestre de 2021 tras la aprobación de las instancias regulatorias de EE.UU., alcanza un valor de 596 millones de dólares.
1.- Origen y desarrollo
Shell Oil Company se instaló en Deer Park en 1929, en un terreno de 3,2 kilómetros cuadrados, de acuerdo con información histórica de la propia empresa.
En la década de 1940, Shell agregó una planta química junto al complejo refinador y entre 1945 y 1950 hubo otras importantes expansiones.
En 1993, Pemex adquirió su participación de la refinería en asociación con Shell Oil Company y quedándose con la mitad del complejo refinador.
Vista aérea de la refinería Deer Park, en Texas, EE.UU.Adrees Latif / Reuters
Actualmente, el sitio cuenta con equipos de procesamiento, salas de control, tanques de almacenamiento, equipos de protección ambiental, edificios de oficinas, tiendas y almacenes.
También tiene su propio personal de seguridad, instalaciones médicas, estaciones de bomberos y servicios públicos, así como ferrocarriles, muelles marinos y redes de tuberías.
La instalación del muelle, en términos de volumen de materiales, se ubica como uno de los 25 puertos más grandes del país.
2.- Tamaño y ubicación
Este lugar, que opera las 24 horas del día, está ubicado a 32 kilómetros del centro de Houston.
Actualmente, entre la refinería y la planta química cubren una superficie de 9,3 kilómetros cuadrados, en la que laboran aproximadamente 1.500 empleados y 1.200 contratistas.
3.- Capacidad de producción
La refinería tiene una capacidad de procesamiento de crudo de 340.000 barriles por día (mbdp), informó Pemex, que detalló que «sus plantas permiten procesar crudo pesado y ligero sin generar combustóleo».
Refinería Deer Park, en Texas, EE.UU.Brendan Smialowski / AFP
Con esa capacidad de procesamiento, este complejo produce alrededor de 110 mbpd de gasolina, 90 mbpd de diésel, 25 mbpd de turbosina (el combustible más usado en la aviación) y otros productos en cantidades menores.
El crudo que procesa la refinería proviene de México, Canadá, EE.UU., África y Sudamérica, según datos de Shell.
Anualmente, se cargan o descargan en el sitio un promedio de más de 2.500 embarcaciones, lo que representa alrededor de 100 millones de barriles de petróleo crudo y productos para la refinería y la planta química.
4.- Shell mantendrá operaciones contiguas
Shell informó que tras las negociaciones Shell Chemical LP continuará operando su planta química, que se mantendrá bajo su propiedad.
Pemex, por su parte, indicó que fue parte de la negociación mantener «estrecha colaboración» con el complejo petroquímico de Shell «a fin de capturar sinergias y economías de escala».
5.- Producir los combustibles que requiere el país
De acuerdo con Pemex, la adquisición total de la refinería forma parte de una política de la actual administración de López Obrador en México en materia energética, que busca lograr en el corto plazo «producir todos los combustibles que requiere el país».
Además de tener el control total de Deer Park, mediante esta política se están rehabilitando las seis refinerías del país: Cadereyta, Madero, Minatitlán, Salinas Cruz, Salamanca y Tula. Asimismo, se está construyendo la de Dos Bocas.
Con todas estas acciones, Pemex alcanzará una producción de un 1.362.000 barriles diarios para abastecer el total de la demanda mexicana de gasolinas, diésel, turbosina y otros petrolíferos.
«Vamos a ser autosuficientes para el 2023 […] Vamos a dejar de comprar los combustibles, las gasolinas en el extranjero«, afirmó López Obrador.
El Gobierno de México informó que, del 20 de enero al 17 de diciembre, se registraron 145 mil 537 repatriaciones de ciudadanos mexicanos desde Estados Unidos, tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y el endurecimiento de la política antimigratoria en ese país.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, dio a conocer las cifras durante una conferencia de prensa, en la que precisó que 116 mil 156 personas fueron repatriadas por vía terrestre y 29 mil 381 por vía aérea. Estas acciones se realizaron en el marco de la Estrategia Nacional de Repatriación México te abraza.
De acuerdo con la funcionaria, 99 mil 924 personas aceptaron ingresar a alguno de los centros de atención habilitados por el gobierno federal. En el caso de las 45 mil 613 que optaron por no hacerlo, señaló que también se les brindó apoyo consistente en alimentación, acceso a llamadas telefónicas, orientación jurídica y ayuda para su traslado a su lugar de origen.
La red de atención opera a través de nueve centros distribuidos en siete entidades del país. Los retornos terrestres se concentran en los estados fronterizos de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas, mientras que la atención aérea se ofrece en Chiapas y Tabasco.
En este contexto, el 18 de diciembre, durante la conmemoración del Día Internacional del Migrante, la presidenta Claudia Sheinbaum se refirió a la situación de las comunidades migrantes y lamentó lo que calificó como una creciente criminalización de este sector. Durante su conferencia matutina, respondió a mensajes recientes de Donald Trump y del presidente electo de Chile, José Antonio Kast, quienes han promovido deportaciones masivas y la construcción de barreras fronterizas.
La mandataria sostuvo que la migración es un fenómeno motivado por la necesidad y no por una decisión voluntaria, y afirmó que las políticas de persecución carecen de humanidad. Señaló que, desde su perspectiva, las soluciones de fondo deben basarse en la cooperación internacional, el desarrollo económico, la inversión en los países de origen y la reducción de la desigualdad.
Sheinbaum reiteró que la postura del Estado mexicano será la protección de los derechos humanos y la oferta de alternativas consideradas dignas, como el acceso al empleo o la repatriación voluntaria. Estas declaraciones se dan en un escenario marcado por el incremento en las repatriaciones de connacionales durante 2025.