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México

80% de las mexicanas y mexicanos califica el 2020 como un mal año

La gran mayoría de los mexicanos despiden a este 2020, año de pandemia y de crisis, etiquetándolo como un mal o muy mal año. De acuerdo con una encuesta nacional de El Financiero, el 80 por ciento de los entrevistados describió al 2020 como mal o muy mal año, frente a 5 por ciento que lo despide con el calificativo de buen o muy buen año.

Al preguntar sobre diversas experiencias a lo largo de 2020, el 71 por ciento dijo que tuvo pérdidas económicas debido a los cierres por la pandemia. El 63 por ciento confesó haber pasado por algún momento de desesperación; 43 por ciento reportó haber tenido alguna crisis familiar, y el 25 por ciento dijo haber perdido algún ser querido debido al virus. Ante los estragos de la epidemia y la crisis, el 71 por ciento de los consultados tuvo que adaptar su forma de trabajo a las diferentes circunstancias que trajo el año, y el 65 por ciento dijo que tuvo que ingeniárselas para poder salir adelante. Un año de adaptación y cambio. Por otra parte, el 40 por ciento manifestó haber trabajado desde casa la mayor parte del tiempo.

El 2020 deja una marcada división de actitudes, una división respecto a cómo se sienten los mexicanos al final de año y con miras a 2021. El 48 por ciento de los entrevistados dijo que como persona se siente devastada y cansada por este año tan difícil; en contraste, el 46 por ciento dijo sentirse fortalecida y renovada para seguir adelante. El desgaste y el optimismo partidos por mitades.

De acuerdo con el sondeo, el sentimiento de desgaste (quienes se sienten devastados y cansados) se observa más entre las mujeres que entre los hombres, en el grupo de edad de 30 a 49 años, entre los mexicanos con menores niveles de escolaridad, y entre los que reportan menores niveles de ingresos. Estas diferencias socioeconómicas indican que el desgaste por la pandemia ha tenido un impacto desigual.

El desgaste de 2020 también se sintió más entre quienes tienen hijos menores de 18 años. Éstos dijeron en un 57 por ciento sentirse devastados y cansados, frente al 41 por ciento que dijo sentirse así entre quienes no tienen hijos menores de edad. Visto desde la otra óptica, quienes dicen sentirse fortalecidos y renovados para seguir adelante, ese sentido de optimismo es más común entre los mexicanos con niveles de educación universitaria, de mayores ingresos, y entre quienes trabajan en el sector privado (los que trabajan en el sector público manifestaron el menor nivel de optimismo). A pesar de esta división por mitades entre desgastados y optimistas, al preguntar cómo esperan que sea 2021, el optimismo resulta claramente mayoritario: el 62 por ciento de los entrevistados espera que 2021 sea un buen o muy buen año, mientras que el 15 por ciento cree que será un mal o muy mal año.

La huella del 2020 tiene mucho que ver en esa actitud hacia 2021, toda vez que entre quienes hoy se sienten renovados y fortalecidos la expectativa de un buen año alcanza 72 por ciento, mientras que entre los que hoy se sienten devastados y cansados esa expectativa favorable baja a 53 por ciento.

Fuente: El Financiero

México

Ariadna Camacho “La número 1”: Justicia con rostro humano para todo México

En tiempos donde México necesita confianza y esperanza en sus instituciones, platicamos de frente con Ariadna Camacho, quien aspira a convertirse en magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial. Una mujer de trabajo, sencilla en el trato, pero firme en su vocación de servicio. Con años de experiencia en el derecho y en organismos nacionales e internacionales, Ariadna no viene a improvisar: viene a servir.

—¿Qué representa para ti buscar ser Magistrada en esta etapa de tu vida profesional?

“Es un sueño que abraza una enorme responsabilidad. Llegar al Tribunal sería la oportunidad de poner todo lo aprendido para lograr una justicia más transparente, más limpia, más cercana a la gente. La rendición de cuentas no debe ser una frase bonita, debe ser una realidad”.

—¿Qué aprendizajes de tu trayectoria te acompañan hoy?

“Me llevo en la maleta la sensibilidad que da el servicio público y la visión internacional de las mejores prácticas. Pero sobre todo, la empatía. Nunca olvidar que detrás de cada trámite, hay una persona que confía en nosotros”.

—¿Cuál consideras el principal reto del Poder Judicial?

“Recuperar la confianza de la gente. Que sepan que aquí sí hay justicia, que no todo está perdido. Para eso, hay que actuar con transparencia, ser claros, ser humanos y trabajar con todo el corazón”.

—¿Cómo acercar más la justicia a la ciudadanía?

“Hay que hablar su idioma, es el de todos, el que tú y yo consumimos diariamente. Simplificar los procesos, ser más accesibles. Hay que escuchar, acompañar, tender la mano, no solo emitir sentencias”.

—La corrupción sigue siendo un cáncer en el sistema. ¿Qué propones para combatirla?

“Cero, cero tolerancia. Blindar el sistema desde adentro, proteger a quien denuncia, y educar nuevas generaciones que entiendan que ser servidor público es un honor, no un beneficio personal”.

—¿Qué buenas prácticas internacionales deberían replicarse en México?

“La justicia restaurativa: que no solo se castigue, sino que se repare el daño. Y abrir de par en par los mecanismos de rendición de cuentas. Más derechos humanos, más transparencia”.

—¿Qué le dirías a los jóvenes que sueñan con integrarse al sistema de justicia?

“Que estudien, que trabajen duro, pero sobre todo, que nunca olviden que la justicia es para las personas. No es para el escritorio, no es para las estadísticas. Es para cambiar vidas”.

—Por último, Ariadna, ¿cuál es tu compromiso?

“Ser una magistrada que honre la confianza de México. Trabajar con integridad, con pasión y siempre con la frente en alto. Mi compromiso es con la justicia y con la gente, siempre con la gente”.

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