Antes de que su familia lo instara a huir de la lucha, Firas, de 17 años vio cómo una bala alcanzaba a su hermana en la cabeza mientras iban juntos en un automóvil. Maher, de 16 años, no ha visto a su padre en casi dos años, desde que los detuvieran y torturaran, antes de que lo liberaran únicamente a él.
Estos jóvenes, separados de sus seres queridos, son algunos de los muchos miles de niños quienes escaparon del bombardeo en su natal Siria. Ahora, se enfrentan con las dificultades de la vida de los refugiados en las vecinas Líbano y Jordania.
Al comenzar una nueva vida lejos de las comodidades de su casa, muchos crecen dentro de familias rotas y son a menudo quienes llevan el sustento principal, de acuerdo a un informe presentado el viernes por la Agencia Para los Refugiados de Naciones Unidas, ACNUR.
Con las cicatrices de los horrores de la guerra, sufren de angustia sicológica, viven solos o separados de sus padres, no reciben educación alguna o son obligados a la labor infantil ilegal, dijo la agencia.
«Nuestras vidas han sido destrozadas», citó el informe a Nadia, de 14 años, una refugiada recién llegada a Jordania.
«No estamos siendo educados, y sin educación no queda nada. Estamos yendo hacia la destrucción».
El conflicto en curso en Siria ha separado incontables familias. Comunidades enteras han sido desarraigadas, dispersando a grandes poblaciones dentro de Siria y llevando a más de 2,2 millones de personas a los países vecinos.
Los niños han sido particularmente afectados.
En la primera encuesta a profundidad realizada a los niños sirios refugiados desde que comenzó el conflicto en marzo de 2011, ACNUR habló a aquellos que ahora viven en Líbano o en Jordania. Pero hay muchos más que escaparon a otros países como Turquía e Iraq.
El informe descubrió que más de 70.000 familias sirias refugiadas viven sin los padres y más de 3.700 niños refugiados viven sin acompañantes o han sido separados de ambos padres.
En muchos casos, no solamente están ausentes los padres, sino muchos niños no tienen idea en dónde se encuentran.
«Si no actuamos rápidamente, una generación de inocentes se convertirán en bajas duraderas de una terrible guerra», dijo el alto comisionado para los refugiados de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Aislados e inseguros
El informe, titulado «El futuro de Siria – Niños refugiados en crisis», pinta la imagen de una vida de dolor, una de aislamiento, exclusión e inseguridad para muchos niños refugiados. Las cicatrices son emocionales así como físicas.
En el campo jordano de Za’atri, más de 1.000 niños han sido tratados por heridas relacionadas con la guerra durante el pasado año. Fueron comunes las respuestas de ira y de otras emociones, dijo ACNUR, agregando que algunos niños refugiados han expresado su deseo de volver a Siria a pelear.
Los investigadores también escucharon un informe sobre niños que están siendo entrenados para la lucha en preparación a su retorno a Siria, dijo ACNUR.
De los niños refugiados que los investigadores entrevistaron, un 29% dijo que habían dejado su hogar hacía una semana o menos -su hogar era a menudo un apretado apartamento, un refugio improvisado o una tienda.
En muchos casos, las familias refugiadas que no tienen un ingreso financiero envían a sus hijos a trabajar para sobrevivir.
Tanto en Jordania como en Líbano, los investigadores descubrieron a niños de hasta siete años trabajando largas horas por poca paga, algunas veces en condiciones peligrosas o de explotación. En el campo de refugiados de Za’atri, la mayoría de las 680 pequeñas tiendas emplean a niños, dijo la agencia.
Abdallah, de 13 años, dice que se levanta todas las mañanas a las siete para comprar pan seco de otros refugiados que viven en el campo para ayudar a mantener a su familia. Luego venden el pan a un hombre jordano que lo utiliza para alimentar a sus animales.
«Si las personas no trabajan, ¿cómo sobrevivirían? dijo el chico en un vídeo presentado por ACNUR. «Me siento como un hombre porque trabajo. Pongo comida en la mesa de mi familia».
En esas condiciones de vida tan duras, hay más niños sirios refugiados sirios fuera de la escuela que dentro. Más de la mitad de aquellos que se encuentran en Jordania no asisten a la escuela. En Líbano, se estima que unos 200.000 niños sirios refugiados en edad escolar podrían permanecer fuera de la escuela para fin de año, dijo ACNUR.
Muchos bebés también nacen en el exilio sin certificados de nacimiento, un documento esencial en la batalla contra la apatridia.
Según ACNUR hay más de 1,1 millones de niños sirios refugiados, la mayoría viviendo en países vecinos.
«El mundo debe de actuar para salvar de la catástrofe a una generación de niños sirios traumatizados, aislados y que sufren», dijo en una declaración Angelina Jolie, enviada especial de ACNUR, que ha trabajado para poner en la mira la crisis de los refugiados sirios.
El conflicto sirio comenzó después de que las fuerzas del gobierno tomaran medidas en contra de los protestantes durante el movimiento de la primavera árabe. Ya se ha convertido en guerra civil. Naciones Unidas estima que más de 100.000 personas han muerto en la lucha.
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