La fama y los excesos son dos cuestiones que no todos saben manejar de forma adecuada, es por ello que muchas celebridades han destruido sus carreras sin darse cuenta.
Tal es el caso de Lindsay Lohan, Britney Spears o Lance Armstrong, quienes no supieron manejar su vida personal y terminaron siendo un blanco fácil para los medios.
De acuerdo con Ehow, estos son las celebridades más populares que han sabido llamar la atención solo con escándalos y situaciones polémicas.
Britney Spears, quien llegó a ser considerada como la estrella pop más importante de los últimos años, arruinó su imagen por culpa de las adicciones y algunos desequilibrios emocionales. En uno de sus ataques de histeria rompió los vidrios de un auto enfrente de los paparazzi.
El hecho se produjo justo después de haberse rapado la cabeza, lo que le dio más dramatismo a la escena. Además fue fotografiada ebria y sin llevar ropa interior en varias ocasiones. Las reiteradas, y fallidas, estadías en centros de rehabilitación tampoco ayudaron a que recuperar su antigua reputación.
Lance Armstrong, siete veces campeón del Tour de France perdió todo el prestigio y admiración de la gente, cuando se descubrió que había utilizado sustancias prohibidas durante las carreras en las que compitió. Su reputación quedó aún más arruinada después de que él mismo confesara públicamente haberse dopado durante toda su carrera.
Kristen Stewart, una de las actrices más amadas por los adolescentes hasta que se destapó la infidelidad que cometió cuando era novia de Robert Pattinson, con el director Rupert Sanders.
Tiger Woods fue el deportista más buscado por las más prestigiosas marcas y encabezó la lista de los atletas con mayores ingresos por publicidad, pero su reputación quedó destruida cuando se conocieron las múltiples infidelidades que había cometido.
Tom Cruise, uno de los actores más taquilleros, ha ido deteriorando su imagen por se fanático de la Cienciología y su extraño comportamiento en televisión hace unos meses.
Macaulay Culkin, protagonista de «Mi pobre angelito» y uno de los niños más populares de los años noventa, no pudo manejar la fama y sus problemas con drogas hicieron que se alejara de los medios por más de 14 años.
Lindsay Lohan, una de las estrellas Disney más exitosas, fue arrestada por conducir bajo la influencia de sustancias prohibidas en dos ocasiones. Además ingresó en tres veces distintas a una clínica de rehabilitación e incluso estuvo en prisión.
Charlie Sheen, la celebridad mejor pagada de la televisión, gracias a su personaje en “Two and a Half Men”, fue acusado por violencia doméstica, ingresó varias veces a rehabilitación, hirió accidentalmente a una de sus ex esposas de un balazo en el brazo y perdió la custodia de sus hijos por estar “mentalmente insano”.
Miley Cyrus conquistó al público adolescente gracias a su aparición en la popular serie «Hannah Montana», pero este año, con la actuación en los MTV Video Music Awards, logró destruir su imagen de «niña buena».
Mel Gibson, fue durante mucho tiempo uno de los famosos más respetados en la industria del cine, hasta que en 2006 realizó comentarios antisemitas a los agentes de policía que lo arrestaron por conducir en estado de ebriedad.
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