Conecta con nosotros

Policiaca

Le dictan sentencia de tres años de prisión por posesión de heroína

Un Juez de Garantías del Distrito Judicial Morelos dictó una sentencia de tres años de prisión a Jesús Alfredo Díaz Hernández, quien al término de un procedimiento abreviado fue encontrado penalmente responsable de delitos contra la salud en la modalidad de narcomenudeo, luego de ser detenido en posesión de 41 envoltorios que contenían heroína.

Un Juez de Garantías del Distrito Judicial Morelos dictó una sentencia de tres años de prisión a Jesús Alfredo Díaz Hernández, quien al término de un procedimiento abreviado fue encontrado penalmente responsable de delitos contra la salud en la modalidad de narcomenudeo, luego de ser detenido en posesión de 41 envoltorios que contenían heroína.

En la causa penal 2689/13, el Ministerio Público de la Fiscalía Zona Centro le formuló la imputación por los hechos acontecidos el 08 de octubre del año 2013, cuando fue detenido en flagrancia por elementos de la Policía Estatal Única división Preventiva.

La narrativa de la detención, estableció que circulaba a bordo de un vehículo Chevrolet Camaro, por calles de la colonia El Mármol III cuando los elementos policíacos se percataron que omitía hacer los altos correspondientes, por lo que lo detuvieron y durante la revisión le aseguraron un arma de fuego calibre .357 y la droga con un peso de 2.820 gramos.

Al recibir la sentencia de 3 años de cárcel, la autoridad Judicial dictaminó que no procedía a su favor el beneficio de condena condicional, toda vez que ya anteriormente había recibido una sentencia por un diverso delito, por lo que tendrá que purgar la pena en prisión, además de enfrentar los cargos ante una autoridad Federal por la portación del arma de fuego.
Jesús Alfredo Díaz Hernández

Clic para comentar

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto