Miles de perros callejeros deambulan por las calles de Sochi. Andan por los parques remodelados y los conjuntos de nuevas casas que se han construido en este destino turístico del Mar Muerto.
En la cuenta regresiva para los Juegos Olímpicos de Invierno, activistas rusos de los derechos de los animales acusan a las autoridades de la ciudad de llevar a cabo una campaña de exterminio de perros callejeros mediante envenenamiento.
Yulia Krasova dice que hace dos semanas, saliendo del cine, fue testigo de la larga y agonizante muerte de un perro de la calle.
«Al principio pensé que alguien había golpeado al perro», recordó. «El perro se levantó y empezó a correr en círculos. Entonces se cayó y empezó a escupir… Llamé al veterinario. Dijo que había una garantía del 100% de que el perro había sido envenenado».
Krasova filmó al perro moribundo con su teléfono celular. También lo hizo Irina Gutnik, otra residente Sochi.
Ella dijo que en diciembre encontró a un perro convulsionándose y ladrando en el barrio de Bitka.
«Siempre envenenan a los perros de la calle», dijo Krasova. «Pero en diciembre se puso peor… comenzaron a envenenar a los animales antes de los Olímpicos».
Los reportes de la matanza de estos animales han puesto a los funcionarios olímpicos de la ciudad a la defensiva.
«Todos los perros callejeros que se encuentran en el Parque Olímpico son recogidos por un contratista veterinario profesional, para el bienestar de la gente en el parque y de los propios animales», señaló en un comunicado el Comité Organizador de Sochi 2014, esta semana.
«Todos los animales sanos son liberados después de su revisión de salud».
Vladimir Makarenko, jefe de la administración del distrito de Hostinski, dijo que los voluntarios pueden llevar a los perros callejeros a un albergue recientemente inaugurado en las afueras de la ciudad.
Pero el anuncio del nuevo refugio del gobierno fue recibido con desconfianza por miembros de la red de activistas de los derechos de los animales en Sochi.
«Durante el último par de días, cuando inició este alboroto, se construyó este nuevo refugio solo para los medios de comunicación», dijo Vlada Provotorova, una dentista que construyó su propio refugio improvisado para proteger a los perros de ser sacrificados.
Defensores de los animales en Sochi enviaron a CNN fotografías de tres contratos firmados recientemente entre el gobierno de Sochi y Basia Services, una empresa con sede en Rostov on Don.
En uno de los documentos, fechado el 24 de mayo de 2013, el gobierno de la ciudad acuerda pagar a la compañía cerca de 2,800 dólares por «capturar y recolectar a animales abandonados».
CNN intentó hablar por teléfono con los ejecutivos de Basia Services, pero representantes de la empresa se negaron a responder a las acusaciones de que sus empleados envenenaron animales callejeros.
Mientras la alarma crece entre los amantes de los perros en Rusia, algunos activistas de derechos de los animales han tomado cartas en el asunto.
El mes pasado, un moscovita condujo hasta Sochi para llenar una camioneta con perros de la calle a los que él «evacuó» de la capital rusa. Un video del viaje fue publicado en una página de Facebook titulada Muerte en Sochi.
Mientras tanto, Provotorova y varios amigos siguen donando tiempo y dinero para alimentar, alojar y esterilizar a decenas de perros, y albergarlos en una pequeña perrera que construyeron a las afueras de Sochi.
Esta semana, los perros ladraban y meneaban sus colas locamente cuando Provotorova y otros voluntarios llegaban con comida.
«Los estamos protegiendo de Basia», dijo Provotorova.
«No culpo a los Juegos Olímpicos», dijo Dina Filippova mientras limpiaba las perreras. «No tenemos un programa de esterilización, por lo que hay una gran cantidad de perros callejeros aquí y autoridades que tratan de controlarlos. Ellos no pueden».
Filippova, una abogada que vive en Sochi, argumentó que Rusia necesita una nueva legislación para la protección y manejo de los animales.
«En Rusia, se puede abusar de los animales y no es un crimen. Puedes comprar y adoptar a un animal y abandonarlo en la calle, no es un delito», dijo. «No tienes ninguna obligación legal para esterilizar a tu perro o a tu gato».
Tanto ella como y Provotorova dijeron que sus familias a menudo las acusan de estar «locas» por los animales.
Pero otra de sus compañeras voluntarias tiene otra explicación acerca de por qué dedican tanto tiempo a cuidar y alimentar a los animales sin hogar.
«A mi edad prefiero cuidar de los animales», dijo Valentina Slivat, quien se describió a sí misma como una «simple enfermera soviética» que trabajaba en un hospital en Sochi.
Un perro de la calle esponjoso llamado Pushistik la seguía por toda la perrera y saltaba a sus brazos.
«La gente tiene manos, piernas, cerebro. Pero los animales han sido abandonados. Tenemos que salvarlos», dijo.
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