Una estudiante universitaria se acurruca en una farmacia mientras una muchedumbre amenaza con agredirla sexualmente. Una estudiante de Derecho sufre manoseos de sus compañeros y el rector hace referencia a su «atuendo inapropiado». Acusaciones atemorizantes que, de acuerdo con los activistas, son una realidad cotidiana para las mujeres en El Cairo.
Habiba es una estudiante universitaria. CNN usa solo su nombre para proteger su identidad. Recuerda el día en el que un grupo de hombres la persiguió por la calle. «¡Vamos! Sabes que ellos quieren», le gritaban mientras le hacían señas obscenas, relató.
Finalmente se agachó dentro de una farmacia, pero no encontró refugio dentro. «Nadie en la farmacia hizo nada para ayudarme a pesar de mis ruegos, simplemente querían que me fuera», dijo Habiba.
Habiba dice que los hombres no la dejaban pero después de dos horas se cansó de esperar. Entonces corrió. Rápido. «Tenía tanto miedo de que uno de ellos me tocara… no olvidas algo como eso», dijo.
Habiba dice que esta clase de cosa le ocurre a diario. Y no es la única.
En un estudio que publicó la ONU en 2013, titulado Entity for Gender Equality and the Empowerment of Women (Entidad para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres), se descubrió que el 99.3% de las mujeres egipcias han experimentado alguna clase de acoso sexual.
Las estadísticas demuestran que el problema está muy generalizado; las historias relatan el horror al que se enfrentan estas mujeres.
En marzo, un grupo de estudiantes varones manoseó a una de sus compañeras. Llorando, se encerró en el baño. El servicio de seguridad de la universidad intervino hasta que los hombres sitiaron el baño y luego la acompañaron para salir a salvo del campus, de acuerdo con los testigos.
El rector de la universidad, Gaber Nassar, culpó a la mujer por su «atuendo inapropiado» en un programa de debates local que se transmitió en marzo. Dijo que ella usaba una túnica negra que se quitó cuando entró a la universidad. En un video de YouTube se ve lo que llevaba debajo: una blusa rosa de manga larga, pantalones negros y cabello rubio decolorado. Más tarde Nassar se retractó de sus comentarios en su cuenta oficial de Twitter, ofreció disculpas por el malentendido y negó que se hubiera reprendido a la víctima.
«No cejaremos en el castigo de estos acosadores», agregó.
Habiba dijo que no importa lo que las mujeres lleven puesto. «Hasta las chicas que llevan velo son blanco de acosos todo el tiempo», dijo. «Es una falta de ética y de cultura más que nada».
Sin embargo, algunas personas dicen que las mismas mujeres deben hacer más para cambiar la cultura.
La coronel Manal Atef, miembro de una fuerza de tarea del Ministerio del Interior de Egipto que se creó para combatir la violencia contra las mujeres, dice que el problema del acoso no yace en el Estado o en las leyes, sino en que las mujeres no toman medidas para reportar los delitos.
Por ejemplo, dice, la estudiante de Derecho no presentó una queja ante las autoridades.
Naglaa al Adly dirige el departamento de investigación y estudios del Consejo Nacional para las Mujeres (CNM). Dijo a CNN que «el problema es muy difícil porque las mujeres y las niñas mismas no actúan ante estos ataques. Se sienten avergonzadas».
Algunas mujeres, entre ellas Lyla el Gueretly, se hacen escuchar.
Relata que un hombre de 37 años la acosó el año pasado en El Cairo. Dice que le chifló y le hizo gestos sexuales. El Gueretly lo enfrentó y dijo: «qué vergüenza para tu barba», porque la barba es señal de piedad en el islam. Dice que entonces él se enfureció, la siguió y luego la abofeteó por haberse atrevido a hablarle.
Él pensó que «tenía derecho (a acosarme sexualmente)», dijo.
Finalmente otros transeúntes intervinieron para detener a su agresor y ella los convenció de llevarlo a la estación de policía más cercana.
«(Las personas) trataron de disuadirme de llevarlo a la comandancia», dijo el Gueretly a CNN. «Dijeron que era una pérdida de tiempo, una pérdida de energía y que él había aprendido la lección».
Finalmente arrestaron al atacante y lo consignaron por agresión. Sin embargo la fiscalía lo dejó en libertad antes del juicio. Lo juzgaron en ausencia y lo hallaron culpable. Hasta el día de hoy sigue libre.
El Gueretly siente frustración porque a pesar de la orden de la corte, su atacante sigue suelto y el veredicto no se ha hecho cumplir.
«Ellos (las autoridades) les dicen a las mujeres: ‘están por su cuenta’ y les dicen a los agresores: ‘no vamos a castigarlos'», dijo.
La coronel Atef insiste en que las mujeres son una de las principales prioridades del Ministerio del Interior. Argumenta que los acosadores sexuales a menudo abandonan rápidamente la escena, por lo que es difícil atraparlos.
La unidad de Atef se estableció en 2013 para hacer frente a la creciente incidencia de acoso sexual y violencia en contra de las mujeres. La conforman cuatro mujeres policía que recibieron capacitación en Estados Unidos para «enfrentar delitos de acoso sexual y ponerla en práctica en Egipto», de acuerdo con Atef.
«Para facilitarle las cosas a la víctima, tenemos tres líneas telefónicas y trabajamos las 24 horas al día. Tenemos un fax y un correo electrónico, así que hay contacto constante con las víctimas», dijo. Agregó que ofrecen asesoría legal y apoyo psicológico y social.
Sin embargo, al Adly, del CNM, dijo que a pesar de los esfuerzos y la cooperación del Ministerio del Interior, cuatro mujeres policía para una población de más de 86 millones de personas no son suficientes.
El CNM ha presionado al gobierno para que apruebe rápidamente un proyecto de ley que propusieron a principios de junio de 2013 por medio del que se combatiría la violencia contra las mujeres, se impondrían sentencias más estrictas para los acosadores sexuales y se incluiría una definición específica del acoso sexual. Sin embargo, Atef explicó a la organización que el término «acoso sexual» no se contempla explícitamente en la ley egipcia.
El portavoz del Ministerio de Justicia, Abdel Azim al Ashry, dijo a CNN que el departamento de derechos humanos del Ministerio trabaja para terminar una versión modificada de la ley antiacoso del CNM y hacer que el presidente del país la apruebe.
En el proyecto de ley, que pretende abordar el acoso sexual, se establece que si se halla responsable a un perpetrador que cometa actos que tengan connotaciones sexuales o pornográficas, aceche, haga señales o hable de forma que viole a una mujer en público o en privado, podría quedar detenido por al menos un año o recibir una multa de hasta 2,800 dólares (36,400 pesos). Si participa más de un perpetrador, también podría multárseles y detenerlos hasta por siete años.
Si el perpetrador está armado, es jefe de la víctima o alguien que tenga autoridad sobre ella, el agresor podría quedar detenido hasta por siete años y recibir una multa de hasta 36,400 pesos.
Al Ashry dijo que la inestabilidad que reina en el país y la ausencia de un parlamento —que es el responsable de la legislación— son las razones por las que se ha retrasado la implementación de una ley de este tipo, aunque el presidente interino, Adly Mansour, tiene el poder de promulgar leyes unilateralmente hasta que se elija un parlamento.
Sin embargo, Mansour promulgó una ley en noviembre de 2013 en la que se imponen más restricciones a los manifestantes. Al Adly, del CNM, argumentó que una ley que proteja a las mujeres es igualmente importante.
Al Adly y la coronel Atef dicen que seguirán animando a las mujeres egipcias a luchar por sus derechos y a acusar a los perpetradores. También buscan animar a los hombres a honrar y respetar a las mujeres.
Mientras tanto, las mujeres egipcias como Habiba seguirán luchando con el acoso sexual día con día.
«No me siento segura y no hay a dónde ir», dijo.
Fuente CNN
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