Los restos no identificados de personas que murieron el 11 de septiembre de 2001 fueron devueltos a la zona cero de Nueva York, lugar donde se encontraba el World Trade Center, sitio donde permanecerán en una estancia subterránea del memorial colocado tras la tragedia.
Los restos fueron trasladados desde la oficina del médico forense de Manhattan, en una procesión solemne en la que participaron vehículos del departamento de policía y de bomberos.
No hubo líderes políticos presentes o discursos mientras eran llevados a su lugar de descanso final, un sitio subterráneo en el mismo edificio donde se encuentra el Memorial Nacional y Museo del 11 de septiembre.
“Por fin están en casa”, dijo Monica Iken, cuyo esposo Michael Patrick murió cuando las torres colapsaron. “Deberíamos darle las gracias a Dios de que están en casa, en el lugar correcto. Aquí es donde murieron, aquí es donde dieron su último paso, su último respiro”.
Mientras ella hablaba, un grupo de manifestantes que apoyan colocar los restos en un monumento separado del museo interrumpieron a Iken, una señal de la larga disputa que se ha vivido sobre qué hacer con los restos no identificados de las víctimas del peor ataque terrorista en la historia de la nación.
¿Cómo se atreven a decir que los restos pertenecen a un museo?, dijo un manifestante, “¡Cómo te atreves, debería darte vergüenza!”, agregó.
“Le estás faltando al respeto a los seres queridos”, dijo Mónica Iken.
Oponentes del traslado argumentan que un museo vulnerable a las inundaciones y que cobra 24 dólares la admisión no es un lugar adecuado para guardarlos.
“El problema aquí es que los restos de los que hablamos, -algunos creen que son de hasta 8,500 personas-, no están identificados”, dijo Norman Siegel, abogado representante de los que se oponen al traslado. “¿A quién le pertenecen? ¿Y quien tiene voz en lo que pasa con ellos?
En 2011, 17 familias de víctimas del 11-S pidieron a la corte forzar al museo a consultar con las familias antes de decidir qué hacer con ellos, también pidieron una audiencia con el Congreso, pero los esfuerzos no fructificaron.
Los restos serán almacenados detrás de una pared del museo, con una cita grabada del poeta romano Virgilio que señala: “Ningún dia te borrará de la memoria del tiempo”.
La oficina del forense tiene bajo custodia 7.930 restos no identificados, el 36% de los 21,906 recuperados, de acuerdo con las últimas estadísticas de la oficina. El médico forense continuará trabajando en el sitio para identificar los restos.
Familias de las víctimas podrán visitar el depositario los días siguientes a la apertura oficial del museo el 21 de mayo. Tras ello, pueden programar visitas para entrar al cuarto privado.
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