El gobernador César Duarte ha enviado un mensaje insistente y directo a la ciudadanía y sus detractores: no le importa lo que piensen sobre él y seguirá tomando las decisiones que le vengan en gana ya que, al fin, “el poder es para poder”.
Por eso no le preocupa demasiado el impacto que pueda tener en la ciudadanía la reforma a la Ley de Vialidad y Tránsito que le hicieron favor de aprobarle los diputados locales, con la cual serán cámaras las que capten a ciudadanos cometiendo infracciones a la Ley para luego enviarles la multa a su casa.
Ahora el problema que tiene el gobernador y su equipo es convencer a la ciudadanía de que no se trata de una mera medida de terrorismo recaudatorio, sino de un esfuerzo sincero por mejorar la seguridad vial en las distintas ciudades de la entidad.
También deberá explicarles que esto no se hace para que las multas no acaben en los bolsillos de agentes y comandantes en forma de ‘mordida’, sino que llegue íntegro a las arcas estatales, de donde sabrá dárseles buen uso, no como los millones que hay de deuda.
Y es que algo está fallando gravemente en la estrategia de comunicación del mandatario, pues la realidad es que cuenta con buenos resultados qué presentar, como el incremento del empleo, sobre todo en Juárez, así como de la seguridad, también con foco en la frontera, entre otros logros que se han hundido entre la brea de los escándalos y críticas hacia su persona y sus acciones.
Más debería preocuparle el hecho de que el Gobierno del Estado desembolsa más de 350 millones de pesos en comunicación, según una investigación del Canal 28 a cargo de Sergio Valles y Gabriel Ortega, y ni así ha logrado mejorar su percepción ni un poquito, al contrario, durante el informe se quejó amargamente de ser el gobernador más criticado y señalado, ¿por qué será?
Aún así tiene razones para no preocuparse. El PRI arrasará en las próximas elecciones, téngalo por seguro, y la simple razón es que no hay opciones para la ciudadanía, secuestrada entre una oposición patiño y un gobierno repudiado. La diferencia es que el PRI contará con 75 mil millones de pesos sólo en programas sociales federales, a los cuales ya se les está dando un uso totalmente electoral, como acaba de destaparse en Juárez.
Héctor Salazar Polanco, director de Alumbrado Público del Municipio de Juárez, quien también es secretario de Afiliación del PRI en aquel municipio, quien usa el programa federal de seguro de vida para madres solteras, de Sedesol, para acarrear gente a su partido, en un uso descarado y electorero de recursos públicos que, como siempre, no será investigado ni castigado. Al contrario, será el pan de cada día conforme se acerquen las elecciones. Con eso tiene el primer priísta del estado para no preocuparse, pues no hace falta que la población lo apruebe, pues a fin de cuentas siempre habrá quien tenga suficiente necesidad como para rematar su voto y lo demás es mero papeleo.
El gobernador Duarte está mientras concentrado en el evento que tendrá hoy, en las Ferias de Santa Rita, con motivo de su cuarto informe de gobierno, en el que además de presentar resultados habrá verbena popular, tortas de a montón, acarreo y el uso político de la miseria tan conveniente para un partido que ha sabido explotarla como pocos en el mundo, léalo bien, en el mundo.
Los que se quedarán sin su torta serán los panistas, pues su dirigente, Mario Vázquez, prohibió terminantemente que asistan al besamanos pues no es un evento institucional sino más bien demagógico. Curioso que la oposición deba instruir a su gente de no ir a alabar al mandatario. Qué envidiosos…
Tampoco quiere que la rieguen como Maru Campos, quien hizo de su intervención en el evento oficial en Congreso una sarta de lugares comunes y superficialidades, que no coinciden con la imagen que quiere venderle a la ciudadanía de entrona y dicharachera. Frente al gobernador se hizo chiquita.
Chiquita también se vio la marcha del 2 de octubre en Chihuahua, a donde fueron los de siempre, a exigir lo de siempre en los términos de siempre… y con los resultados de siempre.
Pero en el DF fue distinto, pues 25 mil personas marcharon ¡en completa paz! Para conmemorar esta fecha, y lo más llamativo fue que por primera vez en la historia no llevaron cerco policiaco. Se portaron muy bien y esto podría ser que por primera vez las autoridades no enviaron infiltrados violentos para justificar represión o, seamos optimistas, que la sociedad civil está madurando y organizándose mejor para salir a la calle.
A quienes no les ha ido bien en el DF es a Bertha Alicia García y Silvia Banda Pedroza, madres de jóvenes desaparecidas en Chihuahua, y Malú García Andrade, hija de la activista contra los feminicidios Norma Esther Andrade y directora de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa,quienes llegaron a los 10 días en huelga de hambre sin que su petición de ser recibidas por el Presidente Enrique Peña Nieto haya tenido eco en alguna oficina del gobierno federal. Necesitan ser 60 mil como los del politécnico para que Miguel Osorio Chong salga a recibirlas, y eso a ver…
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