La Habana, Cuba |AFP| Este trigésimo quinto ciclo de pláticas, dedicado a la reparación de las víctimas, empezó un día después de una jornada nacional por la paz en Colombia y la próxima semana sesionará una “subcomisión” integrada por generales y guerrilleros, que debe diseñar los pasos para el fin del conflicto de medio siglo.
“Los militares vienen la otra semana” a La Habana, dijo a la AFP una fuente del equipo del gobierno.
Esta ronda de diálogos coincide con la Cumbre de las Américas en Panamá, donde los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, sostendrán un histórico encuentro que ayudará a impulsar el acercamiento iniciado en diciembre. Las disputas Washington-La Habana y el conflicto colombiano son los últimos resabios de la Guerra Fría en el hemisferio.
El gobierno de Bogotá y las FARC retomaron las pláticas un día después de que el presidente Juan Manuel Santos prorrogara por un mes la suspensión de bombardeos a la guerrilla, que ordenó el 10 de marzo. Las FARC mantienen desde diciembre una tregua unilateral por tiempo indefinido.
Junto con saludar la “multitudinaria” jornada por la paz del jueves, las FARC reiteraron su demanda de que el gobierno abra los archivos secretos sobre el conflicto.
“Ya es hora de exigir con vehemencia ¡que se abran los archivos!, y que se discuta de cara al país el asunto de la responsabilidad del Estado”, dijo el comandante Pablo Catatumbo a la prensa.
Los negociadores del gobierno no formularon declaraciones a la prensa al ingresar al Palacio de las Convenciones de La Habana, sede de las pláticas que buscan acabar un conflicto que ha dejado 220.000 muertos y 5,5 millones de desplazados.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, y el gobierno están negociando la paz desde noviembre de 2012 y hasta ahora han logrado consenso en tres de los seis puntos de la agenda.
Sin embargo, los debates sobre víctimas, iniciados en agosto de 2014, han sido muy complejos y la discusión no parece estar cerca de ser cerrada.
Para acelerar las negociaciones, una “subcomisión” formada por generales y guerrilleros está diseñando recomendaciones técnicas para el desarme, siguiente punto de la agenda.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.