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Salud y Bienestar

Los hombres son el nuevo mercado de las cirugías estéticas

Las cirugías y procedimientos estéticos en varones se incrementaron un 15 por ciento en promedio en los últimos dos años, debido a que se acabaron los tabúes de que sólo son para las mujeres, las técnicas son menos invasivas hoy en día y hay un mayor interés de los hombres por mejorar su apariencia física.

Los procedimientos de rejuvenecimiento, como la aplicación de Botox, ácido hialurónico, al igual que la lipólisis de papada, la bichectomía (cachetes), el injerto de cabello y las rinoplastía (cirugía de nariz), son los más solicitados.

La bichectomía consiste en retirar las bolsas de bichat que se encuentran en las mejillas, las cuales contienen grasa. Al extraerlas se afinan los pómulos y se reduce el volumen del cachete.

Mientras que la lipólisis láser consiste en “quemar” los lípidos de los cachetes y crea una reacción química para que los triglicéridos se separen de las células grasas, se descompongan y el cuerpo las consuma por la necesidad de energía.

De acuerdo a la Sociedad de Cirujanos Plásticos de Estados Unidos, en 2010 las operaciones cosméticas del rostro entre los hombres aumentaron 14 por ciento y la liposucción 7.0 por ciento.

En México, en los últimos años la práctica de estos procedimientos en hombres pasó de un 5.0 a un 20 por ciento del total de personas que se someten a una cirugía estética para mejorar su apariencia física.

El cirujano estético, Fernando Molina Galeana, afirma que los varones entre los 24 y 40 años son quienes más solicitan estos servicios.

En entrevista con Notimex, luego de realizar una lipólisis en papada y una bichectomía a un paciente de más de 30 años, señala que ambas intervenciones pueden realizarse en un par de horas, con anestesia solo local.

El cirujano expresó que va de salida el uso de las cánulas gruesas e invasivas desde que se aprobó hace casi una década en Estados Unidos la lipólisis láser, técnica se utiliza cada vez más.

Para ello se requiere de una fibra óptica de 2 milímetros de diámetro, la cual se introduce en los depósitos grasos subcutáneos y con la ayuda de un rayo láser de baja intensidad se destruye de manera selectiva las células de grasa o adipocitos en su membrana celular, sin lesionar los tejidos adyacentes.

«Se punciona y con el láser se derrite la grasa, del hoyo por donde se mete la fibra sale el líquido, y la ventaja del láser es que el calor altera la piel y va a generar colágeno; la piel se va a retraer y no queda flácida.

«No deja cicatrices porque se mete a través de un catéter y es como si nos pusieran suero, genera retracción, no deja cicatrices y mejora la calidad de la piel», aseguró.

El cirujano de la clínica Mediláser señaló que la lipólisis puede realizarse en diversas zonas del cuerpo como el rostro, abdomen, piernas y glúteos.

En cuanto a la bichectomía, explicó que «se hace una pequeña incisión en la parte interior de la boca y sin necesidad de anestesia, sólo con sedación local, se va jalando la grasa, con precaución, cuidando la seguridad del paciente que está consciente”.

Agregó que la diferencia de precio entre la antigua liposucción y los nuevos procedimientos con láser es de entre 5 y 10 por ciento más, pero vale la pena invertir por una técnica que no deja cicatrices y que no ponen en riesgo su vida.

Mencionó que la lipólisis de papada tiene un costo aproximado de 21 mil pesos, y quién se somete a una cirugía de este tipo puede estar haciendo sus actividades normales en tres días.

En casos de obesidad mórbida, Molina Galena dijo que lo recomendable es que el paciente se someta a un régimen alimenticio antes de un procedimiento con láser para que pueda obtenerse un resultado favorable.

Recordó que los interesados en una cirugía estética o plástica debe acudir siempre con un profesional que cuente con cédula de especialidad y en clínicas que tengan el permiso que les otorga la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

El especialista señaló que se debe desconfiar de quienes ofrezcan inyectarles cualquier sustancia en glúteos, piernas, brazos o cualquier otra parte del cuerpo para aumentar su volumen, pues estarían poniendo en riesgo su vida.

En la actualidad lo único que puede inyectarse es el Botox y el ácido hialurónico, para tensar y rellenar la piel, pero sus beneficios duran sólo unos meses.

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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