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México

En 11 meses diputados se gastan mil 193 mdp sin rendir cuentas

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MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- En 11 meses, de marzo de 2014 a febrero de este año, los diputados federales recibieron mil 193 millones de pesos para gasto discrecional.

De esa cantidad, 311 millones corresponden a “subvenciones extraordinarias” según los informes oficiales de las fracciones parlamentarias citados por el diario Reforma.

Del monto total no es posible conocer cuál fue el destino exacto ni existe comprobación ante ninguna autoridad, pues la Auditoría Superior de la Federación reportó en febrero pasado que los legisladores mantienen su negativa de abrir sus estados financieros para ser fiscalizados.

Las auditorías de la Contraloría Interna de San Lázaro permanecen en secrecía y sólo las conocen los coordinadores parlamentarios.

La opacidad en el Poder Legislativo se da justo en el año en que el presidente Enrique Peña encabeza la Alianza para el Gobierno Abierto de la ONU.

Las fracciones parlamentarias de la actual legislatura han recibido hasta febrero de este año 3 mil 42 millones de pesos que se han ejercido de manera discrecional, sin que se pueda conocer la aplicación real de esos recursos.

Los reportes financieros que cada seis meses entregan las bancadas indican que el dinero fue etiquetado en rubros como materiales y suministros, servicios generales o bienes e inmuebles, pero no su uso específico.

Sin embargo, sí evidencian que los grupos parlamentarios incrementan su gasto y no han instrumentado ninguna medida de austeridad, como sí se hace en áreas administrativas.

Cada fracción emite reportes de cómo gasta las subvenciones, aunque todas coinciden en que más del 70 por ciento del dinero se reporta en una partida genérica y que no da mayor detalle, llamada “otros servicios generales”.

Fuente: Proceso

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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