El medallista olímpico Fernando Platas presentó ante la comunidad universitaria de la Facultad de Ciencias de la Cultura Física la conferencia magistral “Éxitos de un estilo de vida”.
Durante su plática, el clavadista mexicano de reconocimiento mundial compartió sus experiencias y aprendizajes de vida durante su paso por el deporte de cavados, “la clave es la constancia, no la perfección”, externó.
Al compartir momentos importantes de su vida con estudiantes de las licenciaturas en Educación Física y Motricidad Humana, así como maestros y administrativos de dicha unidad académica, el medallista olímpico aseguró que el trabajo en equipo, la disciplina, el liderazgo y fijarse retos y metas claras son puntos esenciales para el éxito personal y profesional, “el deporte es un gran maestro de vida y una medalla no se obtiene el día de la competencia sino a lo largo del entrenamiento”, afirmó tras mencionar que a lo largo de la historia México ha sido una potencia en el deporte de clavados.
“Mis grandes actos fueron planeados en sueños”, indicó el mexicano quien además tuvo la oportunidad de ser el abanderado de la delegación en los juegos olímpicos de Sídney 2000 y Atenas 2004.
Consciente de su destaca participación en campeonatos mundiales y juegos Olímpicos, Panamericanos y Centroamericanos, Fernando Platas aseguró que el deporte no solo alude a un entrenamiento físico, sino también mental, “los grandes seres humanos no son los que ganan una competencia, son los que luchan todos los días por sus metas e ilusiones”, dijo.
Por ultimo invitó a los asistentes a actuar con humildad, lo cual, dijo, significa reconocer el costo de lo obtenido, “los jóvenes son el motor de cambio a su alrededor”, culminó.
Fernando Platas comenzó a practicar el deporte de clavados desde joven; en 1990 ganó dos pruebas, de dos, en Alemania; en el mismo año logró obtener tres medallas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en la Ciudad de México.
En 1992 representó a nuestro país en los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992 y en 1993 ganó la medalla de plata en los Campeonatos Mundiales de la Federación Internacional de Natación.
En 1995 recibió el Premio Nacional de Deporte y en dos ocasiones ha sido abanderado de la delegación nacional, la primera de ellas durante los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 en donde obtuvo la presea de plata en la plataforma de 3 metros, y la segunda ocasión en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 en los cuales logró un quinto lugar.