Para Estados Unidos, Paulino Ramírez Granados era uno de los “padrotes” más buscados de México. El hombre, originario de Tenancingo, operaba una de las redes de tráfico de mujeres más grandes a Estados Unidos, en contubernio con 13 miembros de su familia; hermanos, primos, tíos.
El gancho era el típico: algún miembro de la familia entablaba una amistad o un romance con jovencitas sin educación, para después presionarlas para prostituirse. Una vez instruidas en el negocio, las víctimas eran trasladadas a Estados Unidos.
Las mujeres eran llevadas a edificios entre rascacielos en la ciudad de Nueva York, donde a través del abuso físico, sexual y amenazas de daño a sus familias, las jóvenes se prostituían. Además que varias de las víctimas tenían hijos de sus traficantes y eran amenazados con la pérdida de los niños si no continuaban prostituyéndose.
Ayer, Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), anunció que las autoridades mexicanas capturaron a Paulino Ramírez Granados en Tenancingo, tras una investigación conjunta entre la ciudad de México y las investigaciones de seguridad nacional (HSI) del ICE, HSI Nueva York.
Ramírez había estado en la lista de más buscados desde 2010, y fue acusado en la Corte de Nueva York por tráfico sexual, “lavado” de dinero, entre otros cargos.
“La explotación sexual de los seres humanos es uno de los peores crímenes contra la humanidad”, dijo la directora del ICE, Sarah R. Saldaña: “Felicito a la Policía Federal mexicana por su compromiso a rastrear a Ramírez. Este arresto es un testimonio de la excepcional relación bilateral entre México y Estados Unidos”.
La investigación se inició cuando una organización no gubernamental refirió a una víctima de tráfico a las autoridades estadounidenses. La víctima había entrado ilegalmente en los Estados Unidos, pero declaró haber sido obligada a prostituirse en junio de 2000 por un miembro de la familia Granados.
Ella facilitó una lista detallada de los abusos físicos y agresiones sexuales que sufrió por un miembro de la organización de Granados, y las amenazas a la seguridad de sus hijos cuando se negó a trabajar prostituyéndose.
Hasta la fecha, 13 miembros de la organización Granados han sido acusados en el distrito oriental de Nueva York por cargos de tráfico sexual. Doce han sido detenidos y Raúl Granados Rendón, otro de los “padrotes” más buscados, sigue fugitivo.
Fuente: El Diario de Yucatán