El grupo insurgente Estado Islámico se atribuyó el martes la responsabilidad por un atentado contra una exhibición de caricaturas del profeta Mahoma en Texas, donde los dos atacantes murieron abatidos por efectivos estadounidenses.
El movimiento extremista hizo una declaración en su estación de radio por internet y dijo que «dos soldados del califato» llevaron adelante el ataque del domingo en la localidad estadounidense de Garland, en Texas.
Expertos advierten que se sabe que ciertos grupos militantes se adjudican ataques en los que no estuvieron involucrados.
Fuentes del Gobierno de Estados Unidos cercanos al caso han dicho que los investigadores están revisando las comunicaciones electrónicas enviadas y recibidas por los atacantes, Elton Simpson y Nadir Soofi, en busca de posibles contactos con movimientos islamistas en el exterior, especialmente el Estado Islámico.
Simpson y Soofi murieron a tiros por la policía después de abrir fuego con rifles de asalto en una exhibición y concurso de caricaturas del profeta Mahoma. Un guardia de seguridad resultó herido en el incidente.
Documentos judiciales han mostrado que Simpson estuvo bajo vigilancia de autoridades federales desde el 2006 y que fue condenado en el 2011 por mentirle a agentes del FBI sobre su deseo de unirse a la yihad islámica en Somalia.
«Creo que quizás él simplemente se enfureció cuando supo del concurso de caricaturas», dijo Kristina Sitton, una fiscal de Phoenix que lo defendió en el caso, a la cadena CNN.
«Ciertamente fue (…) un evento completamente incitante y quizás provocó que muchas personas devotas de su religión se enojaran», aseveró.
El tiroteo en Garland, un suburbio de Dallas, recordó incidentes de seguridad en otros países occidentales generados por la exhibición de caricaturas de Mahoma.
En enero, hombres armados mataron a 12 personas que trabajaban para la revista satírica Charlie Hebdo en París, en uno de los peores ataques derivados de la publicación de viñetas consideradas como ofensivas por los musulmanes.
La policía y agentes federales habían planificado por meses el evento organizado por la Iniciativa de Defensa de la Libertad Americana (AFDI), un grupo que presuntamente promueve la libertad de expresión pero que al mismo tiempo ha sido descrito por activistas como un movimiento que alienta actos de odio.
Fuente: Reuters