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Ciencia y Tecnología

Hallado en Etiopía un fósil de homínido desconocido hasta la fecha

Un equipo internacional de arqueólogos descubrió en la región Afar de Etiopía un fósil de homínido desconocido hasta ahora, informó este jueves la revista Nature.

En particular, los científicos hallaron dos mandíbulas, un maxilar y varios dientes, 15 piezas en total, supuestamente correspondientes a cuatros homínidos diferentes que vivían en este región hace 3,3 y 3,5 millones de años.

Los arqueólogos bautizaron el nuevo fósil como Australopithecus deyiremeda lo que en lengua afar –hablada en partes de Etiopía, Eritrea y Yibuti– quiere decir «pariente próximo».

Estos fósiles, hallados en marzo de 2010, revelan que la famosa Lucy y otros miembros de su especie –Australopithecus afarensis– no estuvieron solos en el inicio de la evolución humana.

En 1974 el equipo de Donald Johanson descubrió en Etiopía un fósil que pertenecería a una hembra de la especie, bautizada como Australopithecus afarensis, que hasta ahora fue considerada como el único prehumano de este periodo.

A esta hembra la llamaron Lucy por la canción de los Beatles (Lucy in the sky with diamonds) que sonaba en el campamento de arqueólogos poco después de su hallazgo.

Se reveló que los Australopithecus afarensis fueron de 1,2 metros de altura y caminaban erguidos.

El fósil de Australopithecus deyiremeda fue hallado a 30 kilómetros de Hadar, lugar donde fue desenterrada Lucy.

A diferencia de Lucy y sus congéneres, el homínido descubierto tenía los dientes más pequeños con un grueso esmalto, mientras que su mandíbula inferior fue más robusta, en la línea de Paranthropus y Homo, géneros posteriores.

Luís Gibert, investigador de la facultad de Geología de la Universitat de Barcelona (UB), miembro del equipo internacional de arqueólogos, explica que que esta variedad de Australopithecus mantiene varias similitudes con el afarensis, pero es demasiado diferente en características de morfología facial, dental y mandibular, para considerarlo de la misma especie que Lucy.

«Los dientes muestran que (A. deyiremeda) tenía una dieta más variada que Lucy, no exclusivamente herbívora, posiblemente con la presencia de gramíneas y frutos secos», dijo Gibert, citado por El Periódico.

El nuevo homínido al mismo tiempo se asemeja tanto a un ser humano como a los simios.

«(Este hallazgo) demuestra que varias especies distintas de Australopithecus convivieron durante el Plioceno medio en el mismo lugar», resaltó Gibert.

En su opinión, es posible que «no hubiera solo dos especies coetáneas, sino tres o cuatro».

Asimismo, en 2012 en la zona de Burtele en Etiopía fueron hallados restos fósiles de un pie que podría pertenecer a la tercera especie que vivía en la misma región que el afarensis y que el deyiremeda.

El descubrimiento del homínido deyiremeda hace los debates sobre el desarrollo de las primeras fases de la evolución más profundos.

«La paleontología humana es una ciencia muy conservadora, cuesta mucho que se reconozcan nuevas especies y modificar los árboles evolutivos», dijo Gibert.

El esquema, sostenido durante décadas, de que entre hace cuatro y tres millones de años, existió solo una especie de homínidos, se vio quebrantado por el hallazgo del Australopithecus bahrelghazali en Chad en 1995 y del Kenyanthropus platyops en Kenia en 1999 de una antigüedad similar a la de Lucy.

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Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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