Un acto de verdadera audacia política es el que logró el PRI y sus aliados con el tema de los matrimonios igualitarios, pues supieron despertar una tremenda polémica sin salir raspados, al contrario.
Y es que a pesar de que panistas como Maru Campos, Roberto Lara y Ana Gómez Licón metieron mano para azuzar a iglesias y organizaciones con el objetivo de sacar raja política, e incluso Ana Luisa Almeida, esposa de Juan Blanco, reveló los teléfonos de diputados priístas para que sus seguidores les hicieran bullying, pero nada funcionó.
Fue precisamente Ana Gómez Licón la señalada como organizadora de la “cruzada por la familia” que reunió a apenas un puñado de familias, una expresión raquítica si se le compara con los casi mil chihuahuenses que acudieron a festejar el reconocimiento a la diversidad sexual. También es cierto que fue sólo un reducido sector del PAN el que se lanzó al ataque, los más prudentes como Javier Corral, Juan Blanco y César Jáuregui mejor se quedaron calladitos y se evitaron el quemón.
En el PRI fueron cautelosos. El reconocimiento del matrimonio igualitario en todo el país es un tema espinoso, pero ya le habían medido bastante “el agua a los camotes” y se preveía el apoyo de la ciudadanía, sobre todo de los sectores más jóvenes y de la población urbana, ambos mayoritarios en México.
Al principio los priístas mantuvieron silencio, pero al notar que los albiazules reaccionaron tibiamente con puras chirinolas feisbuqueras y sin el menor poder de convocatoria, algunos como Jorge Neaves y el mismo gobernador Duarte salieron a dar su postura y a aclarar que la resolución de la Suprema Corte no era un tema moral ni de tradiciones, sinode inclusión y respeto a los derechos ciudadanos de los cuales deben gozar todas las personas sin importar su inclinación sexual.
Fue curioso, pero incluso en grupos de facebook abiertamente rezongones y antipriístas hubo abundantes muestras de apoyo a la iniciativa que los panistas cargaron al PRI haciéndoles un favor sin darse cuenta.
Otro punto que llamó la atención fue el intento de sabotaje que encabezó Mercedes Fernández, quien durante años lideró el activismo gay, pero cambió de vocación al volverse funcionaria pública, lo cual la enemistó con Aldo Núñez, presidente del Comité por la Diversidad Sexual, y Roberto Granados, presidente de Cheros A.C, a quienes no paró de atacar desde hace meses. Aún así, la comunidad LGTTTBI le dio la espalda a Meche y se fue con los otros dos dirigentes, quienes pagaron y organizaron todo desde febrero.
La Iglesia Católica y cultos evangélicos también anunciaron vigilias, jornadas de oración y protestas, pero incluso sus feligreses son reacios a perseguir a un sector como el gay, que está incrustado en casi todos los aspectos de la sociedad, incluidas las propias religiones, sobre todo después de los escándalos que a tiro por viaje involucran a sacerdotes y pastores.
Otro punto que llamó la atención fue la postura de algunos medios que trataron de invisibilizar a la comunidad gay e incluso lanzaron ataques claros y directos en su contra, despertando protestas por lo que a parecer de algunos ciudadanos fue un manejo parcial de la información sobre el tema, aunque la estrategia de comunicación de los impulsores del matrimonio igualitario se basó en redes sociales y con eso les bastó.
A fin de cuentas, es positivo que la ciudadanía se involucre y participe en esta clase de debates, cualesquiera que sea su postura, pues los intercambios de puntos de vista son siempre constructivos cuando se realizan de forma respetuosa y propositiva. Ojalá la aprobación de los matrimonios igualitarios sea el detonante de la participación de la comunidad en muchos otros temas como servicios públicos, política, educación, etc.
Retomando los actos políticos del PAN, no sólo la ciudadanía los percibe poco cercanos, pues en sus filas muchos de los panistas de antaño como el ex gobernador de Chihuahua, Francisco Barrio, están esperando un milagro para recobrar la esencia del partido o de plano mejor extinguirse.
Barrio señaló que desde hace 25 años que el Partido Acción Nacional comenzó a meter a gente nueva sin preparación ideológica ni ética, y ahora es que se están viendo las consecuencias de que “neo panistas” hayan obtenido un poco de poder dentro y fuera del partido.
Esto nos habla sin duda de un resquebrajamiento del partido y una tendencia a ser el nuevo “PRI azul”, como lo llamó Pancho Barrio, quien aseguró que si en eso se va a convertir ese PAN que de principio velaba por una ética diferente y por un contacto más cercano con la ciudadanía, sería mejor que ya no existiera.
Nada más hace falta recordar los escándalos en que muchos de sus miembros se han visto envueltos, como los cuatro que agarraron la fiesta en el Mundial de Futbol en Brasil y terminaron agarrando a golpes a tres brasileños y tocando a una mujer, o los “neonazis” de Jalisco.
En noticias más lamentables, la Fiscalía encontró el cuerpo del director de la Policía Municipal de Guadalupe, Máximo Carrillo Limones, luego de que fuera “levantado” en un partido de beisbol. Con este asesinato, ya suman cuatro homicidios en el Valle de Juárez en tan sólo un mes.
Carillo Limones fue el único que aceptó tomar el puesto que muchos rechazaron por miedo a que los mataran, pues Guadalupe es una zona en disputa entre “La Línea” y “Gente Nueva”. En 2010 también fue “levantada” y asesinada la única mujer policía que quedaba, Erika Gándara. Definitivamente un pueblo sin ley.