Al menos 60 personas murieron, entre efectivos del Ejército y la Policía y civiles, en una serie de atentados suicidas y ataques a puestos de control en el norte de la península egipcia del Sinaí.
Estos graves ataques fueron reivindicados por Wilaya Sina (Provincia del Sinaí), la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI), cuyos milicianos continúan enfrentándose a las fuerzas de seguridad en la zona, citó Efe.
Uno de los ataques fue perpetrado por un suicida que hizo estallar un coche bomba en un puesto de control en la zona de Abu Rifai, en Sheij Zaued, según las fuentes.
Los yihadistas atacaron asimismo la comisaría de Al Arish, capital de la provincia del Norte del Sinaí, y otros puestos de seguridad, donde se enfrentaron a tiros con los efectivos del Ejército y la Policía.
En los ataques y los posteriores choques los radicales están empleando granadas RPG y proyectiles de mortero, además de artefactos explosivos.
Por su parte, la aviación militar, con helicópteros Apache y cazas F-16, está respaldando con bombardeos a las fuerzas que luchan sobre el terreno.
El portavoz del Ejército egipcio, Mohamed Samir, solo informó en un comunicado de que al menos diez uniformados murieron o resultaron heridos.
Según el portavoz militar, unos 70 terroristas atacaron cinco puestos de control pero las fuerzas de seguridad respondieron de inmediato matando a un total de 39 radicales.
Por su parte, Wilaya Sina afirmó en un comunicado difundido en internet que «los leones del califato atacaron de forma simultánea más de quince posiciones del Ejército apóstata».
El grupo terrorista también anunció que sus hombres tomaron el control total de varias posiciones y repelieron la aviación del Ejército y prosiguen combatiendo a los militares.
Las autoridades han decretado la máxima alerta en las instalaciones gubernamentales y de seguridad y en los hospitales, y han enviado una decena de ambulancias a los lugares atacados.
Los atentados terroristas han aumentado en Egipto, principalmente en el Sinaí contra las fuerzas de seguridad, desde el golpe militar de julio de 2013 contra el entonces presidente, el islamista Mohamed Mursi, del que se cumplen ahora dos años.
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ha declarado el norte de la península zona de exclusión militar, ha impuesto el toque de queda y ha impedido el acceso a los medios de comunicación.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.