Tal como le comentamos ayer, en el PAN hay un dilema respecto a respetar el espíritu de las candidaturas independientes: por un lado están los que quieren usar el tema como el ariete del momento contra el PRI-gobierno y así simular ser oposición, mientras por otro lado están quienes les preocupa que los partidos pierdan el control de municipios pequeños donde la gente vota por personajes, no por colores.
Un ejemplo podría ser Miguel Jurado, el parralense más odiado por los azules, quien tras los roces con su partido decidió cambiar de bando y gobernar bajo las siglas del PT. Si hubiera contado con la nueva Ley es probable que se hubiera lanzado como independiente, y hubiera ganado.
Y es que Acción Nacional es un nido de ‘broncos’. Desde Fernando Reyes, que desde que lo patearon del PAN se fue a la franquicia del PRI llamada Movimiento Ciudadano y desde ahí pudo sacarle provecho al odio que siente por el partido que tantos años lo acogió. Ejemplos abundan en prácticamente todo el estado.
Y es que la figura de las candidaturas independientes arrebataría el monopolio absoluto que pretenden mantener los partidos sobre la política, cuando la tendencia es claramente la ciudadanización, y además esta figura garantiza el derecho de los ciudadanos a votar y ser votados, sin trabas impuestas por las cúpulas partidistas, cada vez más desprestigiadas.
Y es que muchos políticos actuales brillarían más sin partido que con él, pues hay bastantes ejemplos de chihuahuenses con verdadero interés en el desarrollo de la comunidad, quienes deben sacrificar gran parte de sus ideales y proyectos para no romper con sus partidos, pues hasta el momento son la única vía para llegar al poder, y así quieren que sea siempre.
El tema está cobrando relevancia nacional y ya hay numerosos amagos de llevar el caso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, e incluso ante Enrique Peña Nieto, quien ofreció en campaña acabar con los plurinominales mientras sus subalternos hacen exactamente lo contrario.
La ‘Ley Antibronco’ tiene clara dedicatoria contra Marco Adán Quezada, quien ya dejó claro que no cejará en su propósito de candidatearse le pongan las trabas que le pongan, y esta oposición valiente del ojiverde no podría avanzar sin el apoyo de su grupo, ese que parece haberse cansado de estar con la bota en el cuello.
Pero Marco Quezada no es el único del grupo que trae aspiraciones, pues en últimas fechas se ha agitado la versión de que Víctor Valencia de los Santos, director de Finanzas y Administración del programa Prospera, trae el ojo clavado en la alcaldía de Juárez, misma que le tienen prometida desde hace mucho, mucho, mucho.
El chisme que intenta hacer correr su propio equipo es que Valencia no sólo trae el respaldo del grupo de la anterior gubernatura, sino que carga con la bendición de Miguel Ángel Osorio Chong, así como su experiencia como diputado local y federal y titular de dos secretarías. El hecho es que, de que trae ganas, trae ganas.
Otro que sigue haciendo su luchita es Javier Corral, apodado el ‘San Judas’ por ser el político de las causas difíciles e imposibles. Tras su fallido intento de llevar ante la justicia al gobernador Duarte por su enriquecimiento meteórico e inexplicable, ahora busca armar la #RebelionDeLasBases, como ha nombrado a su campaña política y mediática, con el fin de competir contra Ricardo Anaya, ‘delfín’ de su paisano Gustavo Madero.
Corral es un soñador que vive en un mundo donde la gente respalda las causas justas, trabaja y se compromete, pero la realidad es otra. Madero tiene toda la cargada a su favor y desde el principio arrancan sobre un suelo muy disparejo. Corral tampoco es tonto, pues al menos de momento encarna la oposición contra el grupo que ha secuestrado al PAN, y corre la cuenta regresiva para reunir 47,701 firmas. Pero la batalla de Corral no será sólo en las urnas. También va recio por el lado jurídico, como ya dejó en claro.
Pero no nada más el Congreso aumentará nómina, también el Supremo Tribunal de Justicia del Estado, donde hay una clara intención de aumentar de tres a cinco magistrados del Tribunal Estatal Electoral, los cuales según muchos juristas son magistrados de cartón, pues todo lo que dictaminen va al Tribunal Federal Electoral. Meros mandaderos, pero jugosamente pagados con nuestros impuestos. Todo parece indicar que sí se logrará, pues al PAN le tocaría una posición extra.
El Vivebús está, literalmente, color de hormiga, y es que mientras avanza el plan para que la Secretaría de Gobierno asuma el control del sistema de transporte, está pendiente rediseñar las rutas, acostumbrar a los usuarios y evitar broncas que acaben con macanazos y lacrimógenos, a lo cual hay que sumarle un muy posible aumento de tarifa.