Aves, picos, palas y una planta de gasolina para generar electricidad fueron utilizados en la construcción del túnel por el que escapó el líder del cártel del Pacífico de la cárcel federal El Altiplano, de acuerdo con funcionarios que investigan el caso, consultados por Excélsior.
A decir de los entrevistados, las aves fueron usadas para detectar gases tóxicos producidos por la planta de energía y dos motocicletas que se hallaron en el túnel de 1.5 kilómetros de largo y 19 metros de profundidad.
Expusieron que en la obra negra donde desemboca el pasadizo subterráneo se encontró ropa nueva y el uniforme del penal que el interno vestía.
Fuentes del Gabinete de Seguridad también revelaron que el brazalete que traía puesto El Chapo Guzmán para ser ubicado en el penal no funcionaba, porque estaba afectado por el sistema de la cárcel que inhibe celulares.
Chapo usó en fuga pico, pala y pájaros
La hipótesis de los investigadores es que las aves fueron usadas a lo largo de la construcción y en el recorrido del túnel para detectar acumulaciones de bióxido de carbono u otros gases, producto del uso de una planta de energía a gasolina.
El túnel de 1.5 kilómetros de largo y 19 metros de profundidad para que escapara Joaquín Guzmán Loera fue elaborado a golpe de pico y pala, con una planta generadora de energía eléctrica de gasolina y pajaritos, aves ornamentales.
Fuentes cercanas a las investigaciones explicaron que el domingo durante una revisión del predio a donde desembocaba el túnel, se encontró un par de aves todavía con vida, en bolsas de papel.
Se explicó que la hipótesis es que los pájaros fueron usados a lo largo de la construcción y en el recorrido del túnel, para detectar acumulaciones de bióxido de carbono u otros gases, producto del uso de la planta de energía y de las motocicletas usadas para desalojar el escombro y tierra de la oquedad.
Hasta el uniforme
En esta revisión, detallaron las fuentes, se encontró el uniforme del reo número 3578 del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1 Altiplano, ubicado en el Municipio de Almoloya de Juárez, Estado de México.
La prenda fue abandonada junto con otras mudas de ropa nueva, una de tipo vaquero y deportivo, que presuntamente los cómplices de Guzmán Loera llevaron para que el capo eligiera la de su preferencia, antes de emprender la huida.
Las prendas estaban en una de las dos habitaciones que se construyeron para ser ocupadas por las personas que estuvieron a cargo de la construcción del túnel.
En el lugar también se encontraron picos, palas, carretillas, una esmeriladora, tubos de PVC, polines y tablones los que fueron usados como cimbra en la obra, mascarillas y tanques de oxígeno, así como restos de la lámina sobre la que se montó el riel para las motocicletas y metros de soga.
Las fuentes consultadas indicaron que no se encontraron rastros del uso de maquinaria más compleja para la construcción del túnel, como rotomartillos-neumáticos, perforadoras hidráulicas o excavadoras mecánicas.
Explicaron que las aves de ornato se pudieron usar a lo largo de la construcción del pasaje, el que está calculado en un periodo de entre nueve meses a un año.
Ante el uso de vehículos de gasolina, consistentes en dos motocicletas, que se adaptan a un par de plataformas para el desalojo del escombro, el riesgo de la acumulación de gases era alto, por lo que los pájaros son una buena alerta natural para su detección.
Agregaron que por las dimensiones del pasadizo, el uso de una herramienta hidráulica se hubiera dificultado, ante el ruido y la posibilidad de provocar un derrumbe.
En este trayecto de 1.5 kilometros, explicaron las fuentes, se detectó una técnica similar a la de instalaciones de este tipo que se habilitan en la frontera entre México y Estados Unidos para el paso de droga.
La planta generadora de energía alimentaba la red de iluminación a lo largo del recorrido y de los espacios previos a la salida definitiva del túnel, así como de una polea usada para el desalojo de las cubetas que contenían la tierra extraída.
El ingeniero Walter Iván López Valenzuela, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Sinaloa, habló sobre la construcción del túnel por el cual escapó Joaquín El Chapo Guzmán del Penal del Altiplano el pasado fin de semana, y el cual, de acuerdo con la versión oficial, cuenta con 1.5 kilómetros de longitud, 1. 70 metros de alto y 80 centímetros de ancho, y que según las propias autoridades, nadie se dio cuenta de su construcción.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Grupo Imagen Multimedia, el especialista aseguró que para la construcción de un túnel de esas dimensiones primero que nada se necesitan los planos y por supuesto se necesitaba “maquinaria sofisticada en tamaños accesible (..) se puede decir que fue a base de herramienta ligera el terreno es accesible para palas, algunos pequeños demoledores, algunas excavadoras mecánicas pequeñas”.
“Aquí hay que pensar fuera de la casa, se puede pensar que se pudo haber hecho una maquinaria especial para esas dimensiones y poder trabajar con mayor comodidad y darle las condiciones a los trabajadores como iluminación y ventilación que permitieran los trabajos”.
Sobre la cantidad de tierra removida a lo largo de los mil 500 metros de longitud, el ingeniero aseguró que se calculan aproximadamente 1.6 toneladas por metro cuadrado, por lo que dijo, para poder retirar ese volumen de tierra “se tuvo que realizar 400 viajes de material, 400 viajes de camiones de 6 o 7 metros.. dependiendo las distancias y el tiempo que se empleó, pudo haber sido un tráfico de 1 diario o 2 diarios, que no llamara la atención (..) pero también tenía que ver la posibilidad de que existieran drenajes en esos perímetros donde a través de los drenajes puedes ir desvaneciendo todo ese material” tirándolo poco a poco.
Apuntó que para llegar a la localización exacta del área de regaderas de la celda del Chapo, se tuvo que haber utilizado tecnología de geo localización con un sensor vía satélite, el cual va orientando la excavación, pero enfatizó “ claro, tenían que estar coludidos adentro (en el penal) para tener a la mano un sensor o algo que esté indicando el punto de llegada que iba a tener el túnel”.
Sobre el ruido que se tuvo que haber generado, el ingeniero López Valenzuela señaló que lo que genera ruido son los cuando se excava material rocoso.
Se necesitó de los croquis, opina ingeniero
El ingeniero Walter Iván López Valenzuela, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Sinaloa, habló sobre la construcción del túnel por el cual escapó Joaquín El Chapo Guzmán del Penal del Altiplano el pasado fin de semana, y el cual, de acuerdo con la versión oficial, cuenta con 1.5 kilómetros de longitud, 1. 70 metros de alto y 80 centímetros de ancho, y que según las propias autoridades, nadie se dio cuenta de su construcción.
En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Grupo Imagen Multimedia, el especialista aseguró que para la construcción de un túnel de esas dimensiones primero que nada se necesitan los planos y por supuesto se necesitaba “maquinaria sofisticada en tamaños accesible (..) se puede decir que fue a base de herramienta ligera el terreno es accesible para palas, algunos pequeños demoledores, algunas excavadoras mecánicas pequeñas”.
“Aquí hay que pensar fuera de la casa, se puede pensar que se pudo haber hecho una maquinaria especial para esas dimensiones y poder trabajar con mayor comodidad y darle las condiciones a los trabajadores como iluminación y ventilación que permitieran los trabajos”.
Sobre la cantidad de tierra removida a lo largo de los mil 500 metros de longitud, el ingeniero aseguró que se calculan aproximadamente 1.6 toneladas por metro cuadrado, por lo que dijo, para poder retirar ese volumen de tierra “se tuvo que realizar 400 viajes de material, 400 viajes de camiones de 6 o 7 metros.. dependiendo las distancias y el tiempo que se empleó, pudo haber sido un tráfico de 1 diario o 2 diarios, que no llamara la atención (..) pero también tenía que ver la posibilidad de que existieran drenajes en esos perímetros donde a través de los drenajes puedes ir desvaneciendo todo ese material” tirándolo poco a poco.
Apuntó que para llegar a la localización exacta del área de regaderas de la celda del Chapo, se tuvo que haber utilizado tecnología de geo localización con un sensor vía satélite, el cual va orientando la excavación, pero enfatizó “ claro, tenían que estar coludidos adentro (en el penal) para tener a la mano un sensor o algo que esté indicando el punto de llegada que iba a tener el túnel”.
Sobre el ruido que se tuvo que haber generado, el ingeniero López Valenzuela señaló que lo que genera ruido son los cuando se excava material rocoso.
El brazalete nunca funcionó
El brazalete electrónico que se le puso a Joaquín Guzmán Loera, para su estancia en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1 El Altiplano, no funcionó correctamente debido a que su señal era inhibida por el sistema de bloqueo para celulares del penal.
Fuentes del Gabinete de Seguridad del gobierno federal explicaron que el brazalete fue donado por las autoridades penitenciarias de Chihuahua, para colocarse al líder del cártel del Pacífico, como parte de una estrategia planteada por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
De hecho, se detalló, en el penal se instaló un módulo especial para personal del Cisen, luego de la llegada de Guzmán Loera tras su reaprehensión de la madrugada del 22 de febrero de 2014.
Desde ese punto se le daría un seguimiento permanente al interno del pasillo 2, módulo 20, para lo que se propuso la instalación del brazalete electrónico para darle un seguimiento en el interior del penal.
Chihuahua, Coahuila, Yucatán y el Distrito Federal utilizan este tipo de aditamentos, para la aplicación de penas a sentenciados por delitos menores y de baja peligrosidad.
Debido a que Chihuahua es la entidad pionera en el uso de este tipo de equipos, detallaron las fuentes, se solicitó a la autoridad la donación del equipo.
Desde 2007, año en que se reformó el sistema penitenciario del estado norteño, se comenzó con la instalación de este tipo de tecnología, lo que les permitió reducir la población en cárceles y aplicar medidas a favor de sentenciados por delitos no graves.
Las fuentes explicaron que el ahora exdirector del penal, Valentín Cárdenas Lerma, fue el que se ofreció como voluntario para convencer a Guzmán Loera de colocarse el brazalete para una estancia más segura en el Centro de Tratamientos Especiales del Cefereso.
A lo largo del día, el líder del cártel del Pacífico no deambulaba mucho por el penal, únicamente tenía derecho a una hora de luz solar, saliendo a un patio cercano a su celda, y hacia la zona de locutorios cuando se reunía con sus abogados.
Las fuentes indicaron que no se descarta la posibilidad de que El Chapo tuviera la idea que el brazalete podría ser detectado desde el exterior, una vez concretada su fuga, y por eso lo cortó.
Excélsior