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Confirma FBI identidad de agresor de Tennessee

El Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) identificó al autor del tiroteo ocurrido está mañana en Chattanooga, Tennessee, como Muhammad Youssef Abdulazeez, de 24 años y origen kuwaití, y señaló que cientos de agentes federales se encuentran ya sobre el terreno para realizar la investigación.

«Sería prematuro especular sobre los motivos del tirador en este momento, llevaremos a cabo una amplia investigación de la tragedia y daremos actualizaciones en cuanto estén disponibles”, señaló el FBI en un comunicado.

La balacera dejó cinco muertos, entre ellos el agresor y cuatro marines, y tres personas heridas, incluyendo un oficial de la policía local.

Youssef Abdulazeez, que también falleció en el tiroteo, se dirigió en primer lugar a un centro de reclutamiento de la Armada y luego a uno de Reserva de los Marines, donde se produjeron las muertes.

Ambas instalaciones se encuentran ubicadas en Chattanooga, en el sureste del estado de Tennessee, y distan unos 10 kilómetros la una de la otra.

Abdulazeez vivía en Hixon, una pequeña localidad a las afueras de Chattanooga, y su padre trabajaba en el Departamento de Obras Públicas de la ciudad.

El presidente estadounidense, Barack Obama, calificó hoy de «desgarradora» la matanza en Chattanooga. «Quiero que todo el mundo sepa que seremos exhaustivos y rápidos a la hora averiguar qué ocurrió exactamente», agregó.

El agente Ed Reinhold del FBI, agencia que apoya la investigación de la policía, señaló que no se descarta un acto terrorista, pero que continuarán las investigaciones para esclarecer los motivos del agresor.

«Trataremos la situación como terrorismo doméstico hasta que podamos descartarlo», señaló Reinhold; sin embargo, las autoridades pidieron a la población no alarmarse por esta etiqueta, pues las investigaciones continúan.

Nota Principal

“Sabemos dónde se esconde”: Trump lanza advertencia directa a Irán mientras se intensifica la guerra con Israel

El presidente Donald Trump ha elevado dramáticamente el tono contra Irán en medio de una escalada bélica que ya cumple cinco días. A través de redes sociales, el mandatario estadounidense aseguró que su gobierno conoce la ubicación exacta del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, pero aclaró que no planea matarlo “por ahora”.

“Es un objetivo fácil, pero está a salvo allí”, escribió Trump. “No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora. Pero no queremos misiles disparados contra civiles ni soldados estadounidenses. Nuestra paciencia se está agotando”.

La publicación fue acompañada de un llamado a la “rendición incondicional” del gobierno iraní, mientras las fuerzas israelíes continúan con sus ataques sobre instalaciones nucleares y militares en territorio persa. Israel ha afirmado que ya domina el espacio aéreo sobre Teherán, lo cual fue celebrado por Trump en otro mensaje difundido poco después.

Desde el inicio del conflicto, Israel habría planteado a la Casa Blanca un plan para asesinar al líder supremo iraní, propuesta que fue rechazada por el propio Trump, según una fuente estadounidense con conocimiento del asunto. La administración evaluó que tal acción podría provocar una expansión aún más peligrosa del conflicto en Medio Oriente.

Trump recortó su participación en la cumbre del G7 en las Montañas Rocosas de Canadá y regresó anticipadamente a Washington para reunirse con su equipo de seguridad nacional. A bordo del Air Force One, expresó su frustración por la falta de un acuerdo con Irán y dijo no estar dispuesto a negociar en este momento.

“Debieron haber hecho el trato. Les dije: ‘háganlo’. Pero no estoy muy dispuesto a negociar ahora mismo”, declaró.

Israel insiste en que puede destruir definitivamente el programa nuclear iraní, pero necesitaría apoyo adicional por parte de Estados Unidos, como bombas antibúnker del tipo GBU-57, capaces de penetrar instalaciones subterráneas como la planta de enriquecimiento de uranio en Fordo. Actualmente, solo los bombarderos B-2 de EE.UU. pueden transportar esa munición, de la que Israel carece.

Mientras tanto, la Casa Blanca activó un grupo de trabajo especial en el Departamento de Estado para atender a ciudadanos estadounidenses en Israel y otros países de la región, aunque no hay evacuaciones oficiales previstas por el momento. Se estima que hay alrededor de 700 mil estadounidenses —muchos con doble nacionalidad israelí— en Israel y miles más repartidos en Medio Oriente, incluyendo Irán.

El presidente también insinuó una posible vía diplomática al mencionar que podría enviar al vicepresidente JD Vance y al enviado especial Steve Witkoff a dialogar con los iraníes, aunque subrayó que su objetivo es un “fin real” del conflicto y la renuncia total de Irán a su programa nuclear.

La postura de Trump no ha estado exenta de divisiones dentro de su propio círculo. Voces prominentes del movimiento MAGA, como Tucker Carlson, Steve Bannon y Marjorie Taylor Greene, han advertido que un involucramiento militar directo traicionaría la promesa de Trump de no repetir las “guerras interminables”. El presidente respondió con dureza: “¡Alguien explíquele al loco de Tucker Carlson que IRÁN NO PUEDE TENER UN ARMA NUCLEAR!”

En contraste, aliados como el senador Lindsey Graham han instado a Trump a ir “con todo” y respaldar a Israel hasta destruir completamente la capacidad nuclear iraní.

Mientras el conflicto crece, la línea entre la contención y la confrontación total parece cada vez más delgada. Y Donald Trump, a cinco meses de una elección presidencial clave, enfrenta una de las decisiones más arriesgadas y definitorias de su carrera política.

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