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Resto del mundo

La Justicia de Brasil ordenó por primera vez investigar a Lula

En lo que se perfila como la más atroz guerra de denuncias entre sectores del oficialismo, de la oposición y entre antiguos amigos y actuales adversarios, este jueves fue arrojada una nueva bomba. El Ministerio Público de Brasilia abrió una investigación formal para determinar si el ex presidente Lula da Silva incurrió en el delito de “tráfico de influencia” en relación al grupo económico brasileño Odebrecht.

Según las sospechas levantadas por los fiscales, Lula habría intercedido para que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) financiara obras de la empresa en el exterior. Las averiguaciones se refieren a hechos que ocurrieron bastante después que el ex presidente dejara el poder. Se trata de un viaje realizado por él en 2013 a Cuba, República Dominicana y Estados Unidos, que fue financiado por la constructora. Oficialmente esa gira no tuvo ninguna relación con actividades de la firma en el exterior.

Al tiempo que se divulgaba la decisión de la fiscalía sobre Lula, trascendía un documento, en manos del diario carioca O Globo, que obtuvo el texto completo de la delación de uno de los testigos en el caso conocido como Lava Jato, que reveló un amplio esquema de coimas en la petrolera estatal brasileña Petrobras. Según ese dossier, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, “pidió” coimas por 5 millones de dólares para él. Quién hizo la afirmación fue el empresario Julio Camargo, consultor de las firmas Camargo Correa y Toyo Setal. En declaraciones a la justicia, el hombre aclaró que el titular de la Cámara Baja le había pedido “personalmente” ese dinero a cambio de “facilitar” a las firmas Toyo y Camargo un contrato de Petrobras por la adquisición de navíos sonda utilizados en alta mar.

Consultado por Globo, Cunha acusó al testigo de “mentiroso” y dijo que “está claro que fue presionado a realizar esa denuncia. Ahora tiene que probar que es verdad”.

Como ya es público y notorio en Brasil, el líder de Diputados tiene una pésima relación con el gobierno de Dilma Rousseff, aun cuando pertenezca al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (el PMDB) parte de la alianza oficialista. A esa agrupación pertenece también el vice de Dilma. Este diputado, que asumió la conducción de la Cámara al acumular fuerzas entre legisladores del “piso inferior” (como ellos mismos llaman a las bases parlamentarias), es uno de los pilares en grupos de políticos donde se mezclan presuntos oficialistas con dirigentes de la oposición, todos ellos movidos por la intención de derribar a la presidenta por la vía del juicio político.

En relación a la iniciativa del ministerio público contra Lula, los fiscales afirman querer determinar si el líder del Partido de los Trabajadores tuvo algo que ver con un crédito del BNDES recibido por la constructora Odebrecht, por un valor de 1.600 millones de dólares, pocos días después que el grupo financiara un viaje del ex presidente a las Naciones Unidas donde estuvo reunido con el presidente de Ghana y con el de República Dominicana.

Ayer, voceros del Instituto Lula revelaron su sorpresa ante la apertura de las investigaciones, solicitada por la fiscal Mirella de Carvalho Aguiar. Según la entidad, ellos le habían entregado a la fiscalía “un extenso y detallado informe” de las actividades de Lula durante esa gira. Desde hace casi un mes, el Ceo de Odebrecht está preso en dependencias de la policía federal, por denuncias de que la empresa habría formado un “club” donde grandes grupos brasileños se “dividían” las grandes licitaciones de Petrobras a cambio de pagar coimas con destino, especialmente, a partidos políticos y parlamentarios.

Los fiscales se ocuparon de aclarar que iniciar las averiguaciones, ante sospecha de delitos, no implica concretar una denuncia contra el ex presidente en la justicia federal, algo que va a depender de las informaciones que obtengan durante el procedimiento. Lo cierto es que los sabuesos introdujeron un componente explosivo en la ya complicada vida institucional de Brasil.

El Clarín

Ciencia y Tecnología

Trump lanza su propio smartphone: así es el nuevo “Trump T1”

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un paso más en su incursión en el mundo empresarial al lanzar oficialmente su propio teléfono inteligente, llamado “Trump T1”, con el que busca irrumpir en la industria de las telecomunicaciones.

El dispositivo fue revelado a través de redes sociales y ya ha sido registrado ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, junto con una línea de productos relacionados que incluyen servicios móviles y accesorios exclusivos.
Diseño y características técnicas

El Trump T1 destaca por su llamativo diseño dorado con una gran letra “T” en la parte trasera, fiel al estilo ostentoso que caracteriza la marca Trump. Pero más allá de la estética, el smartphone presenta especificaciones de gama alta:

Pantalla AMOLED de 6.8 pulgadas con tasa de refresco de 120 Hz

Cámara principal de 50 megapíxeles

12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento interno

Sistema operativo Android 15

Sensor de huellas en pantalla y desbloqueo facial con inteligencia artificial

Batería de 5,000 mAh para autonomía de uso prolongado

Más que un teléfono: una red propia

Junto al lanzamiento del teléfono, Trump también presentó su propia compañía de telefonía móvil, llamada “Trump Mobile Network”, con la que pretende competir directamente con gigantes como AT&T y T-Mobile. Esta nueva red ofrecería cobertura nacional y buscará atraer al mercado con servicios exclusivos vinculados a la marca Trump.

Además, se anticipa la apertura de tiendas físicas especializadas en productos Trump, consolidando un ecosistema que combina tecnología, política y marca personal.

Con esta nueva jugada, Trump amplía su influencia hacia el sector tecnológico y de consumo, y abre un nuevo frente en su estrategia de posicionamiento más allá del ámbito político.

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