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Resto del mundo

«Amo a los mexicanos y ellos a mí», afirma el republicano Donald Trump

El aspirante a la presidencia de la República de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró amar y sentir respeto por México. «Amo a los mexicanos. Tengo millones de mexicanos trabajando para mí. Vendo apartamentos por millones de dólares a mexicanos. Los amo y ellos me aman a mí», dijo Trump durante un mitin en Carolina del Sur.

«Soy el único que va a ganar el voto hispano», aventuró Trump, quien explicó que lo hará trayendo a Estados Unidos servicios que han sido externalizados a China, Japón y México.

La polémica y la exposición mediática le están dando rédito a Trump, pues, según una encuesta divulgada este lunes, es el favorito de los electores entre todos los aspirantes a la candidatura presidencial republicana.

El sondeo, realizado por la cadena de televisión ABC y el diario The Washington Post, indica que Trump es el candidato favorito para el 24 % de los votantes republicanos registrados y de los independientes que se inclinan por un candidato republicano.

El siguiente es el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, que anunció su candidatura hace una semana y cuenta con un 13 % de respaldo, seguido de cerca por el ex gobernador de Florida Jeb Bush, con un 12 %, según la encuesta.

Desprecio a sus rivales

Mientras, Trump, popular entre los electores republicanos cuando faltan seis meses para el inicio de las primarias de cara a la elección presidencial de 2016, despreció hoy en su discurso en Carolina del Sur a sus rivales partidarios. La escalada verbal es una continuación de sus palabras a propósito de los inmigrantes y del senador John McCain.

El magnate inmobiliario, que ha llamado a los inmigrantes mexicanos «violadores», no modera su discurso pese a las recientes críticas de sus rivales republicanos y hoy criticó a Graham por llamarle «jackass» (imbécil). Trump a su vez le llamó «idiota» en un evento celebrado precisamente en Carolina del Sur, el estado por el que es senador.

En su discurso de lanzamiento de campaña el 16 de junio, Donald Trump declaró que los inmigrantes clandestinos mexicanos traen drogras, delincuencia y violaciones a Estados Unidos. Un mes más tarde, el sábado pasado, apuntó hacia John McCain, senador, ex piloto y prisionero de guerra en Vietnam, y declara que «no es un héroe». «Yo quiero a la gente que no fue capturada», sostuvo.

Los dos comentarios suscitaron indignación, tanto en la izquierda como en la derecha, pero concitaron la atención de los medios, y el magnate inmobiliario está hoy a la cabeza de varios sondeos, lo que da un indicio de su popularidad entre los militantes.

Los severos reproches que le hicieron otros precandidatos republicanos, como el ex gobernador de Texas Rick Perry y el senador Lindsey Graham, no lo llevaron a moderar sus intervenciones.

Lindsey Graham es «un peso pluma total», dijo Trump, que lo calificó de «idiota» en el estado en el que es senador. «En el sector privado nadie le daría trabajo… sería pobre».

Trump reveló entonces que Lindsey Graham lo había llamado cuatro o cinco años antes para pedirle donaciones y que pronunciara su nombre en Fox News, la cadena de información conservadora. «¿Quién es este hombre?, ¿un mendigo?», se preguntó.

Y en una espectacular ruptura con todas las convenciones, dio a conocer el número de teléfono móvil del senador y llamó a los presentes a llamarlo. El senador Graham confirmó al diarioPolítico que su teléfono se inundó de llamadas y lamentó que Trump, con sus salidas de tono, esté desviando la atención de asuntos legislativos y de política nacional verdaderamente importantes.

Trump también se mofó de Rick Perry, ex gobernador de Texas, quien estimó que el multimillonario se había descalificado a sí mismo al atacar a un veterano de guerra. «Está muy abajo en los sondeos, se pone gafas para hacer creer que es inteligente, pero eso no funciona. La gente lo percibe», declaró Trump. «Es muy malo».

Aunque de forma menos hiriente, le reprochó a Jeb Bush, hermano menor e hijo de ex presidentes, que no fuera un «buen negociador», un buen empresario. «¿A quién prefieren para negociar con China, a Trump o a Jeb?», preguntó. «Trump o Hillary… Hillary también tiene un tono solemne», concluyó.

Milenio

Nota Principal

Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.

Una emergencia nacional para deportaciones masivas

Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».

Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».

El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.

Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes.  A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.

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Migrantes Créditos: Cuartoscuro

Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva

La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.

En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.

Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.

Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.

Cuartoscuro
Migrantes Créditos: Cuartoscuro

Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.

Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.

«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.

Cuartos
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas Créditos: Cuartos

En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.

Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.

«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.

Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.

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