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6 estados y DF donde más secuestros ocurren

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México, DF.- Entre 2012 y 2015 se registraron 320 víctimas de secuestro que culminaron en homicidios, así lo dio a conocer el estudio “Una mirada a la violencia en México” de 1997 a 2014, el cual fue presentado por el Observatorio Nacional Ciudadano.

El organismo revela que las entidades con más víctimas de secuestros son el Estado de México, Morelos, Guerrero, Veracruz, Tamaulipas, Michoacán y Distrito Federal.

Francisco Rivas, director General del Observatorio Nacional Ciudadano, mencionó que el secuestro debe ser erradicado en nuestro país y aseguró que el pago de rescate no garantiza el regreso de la víctima, además hizo un llamado a dejar de pagar rescates.

En tal estudio, también se analizó el tema del feminicidio, un delito que aseguraron, es grave en el país.

Los estados con mayores números de feminicidios son: Estado de México, Distrito Federal y Veracruz.

En torno al tema de fosas clandestinas informaron que en los últimos nueve años, las autoridades federales han encontrado aproximadamente 460 fosas clandestinas con cerca de mil 500 cuerpos en ellas que abonan a las cifras de homicidio doloso.

También mencionaron que en tal estudio, se detectó que solo en seis estados del país está implementado el protocolo para el tratamiento de investigación forense.

Los especialistas informaron que a nivel nacional entre 2003 y 2013, se perdieron 0.4 años de esperanza de vida, lo que equivale a una reducción de cinco meses de vida de la población debido a la incidencia de homicidios.

Las entidades con mayor pérdida de esperanza de vida a consecuencia de homicidios son: Chihuahua, Guerrero y Sinaloa y el grupo de edad más afectado por los asesinatos va de 15 a los 29 años.

Fuente: Azteca noticias.

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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