Lo vieron muy chiquito, pero salió respondón. Javier Corral está dándole buenos calambres a Gustavo Madero y a su delfín, Ricardo Anaya, pues de haber sido considerado una mera anécdota dentro del proceso de renovación de la dirigencia, ha pasado a ser una creciente jaqueca para las tribus que mantienen secuestrado al albiazul.
Madero puso consejeros a modo, infló padrones y realizó distintas transas que revelan su cercanía no sólo política, sino ideológica con el presidente Enrique Peña Nieto y el grupo que detenta el poder desde Los Pinos.
Pero las trabas que creyeron bastarían para ahogar los sueños del juarense no resultaron, y presentó más de 47 mil firmas de respaldo para poder contender oficialmente por la dirigencia del partido.
Corral está aprovechando su experiencia como comunicador, y es una de sus mayores fortalezas pues comprende muy bien cómo funcionan los medios y las masas, y eso le ha valido para propinar una zarandeada mediática a sus rivales, quienes tienen mucha cola que les pisen, mientras que Corral mantiene una trayectoria relativamente limpia, algo muy difícil de hallar en la política.
Ahora, la influencia de Corral trascendió fronteras y llegó a medios de peso mundial como Le Monde, de Francia, El País, de España, así como numerosos diarios angloparlantes, quienes han hecho eco de la profunda división que vive el Partido Acción Nacional entre quienes consideran que el actual modelo de cercanía al presidente es el más adecuado, y quienes opinan que debe sacudirse la estructura del partido para volver a sus genuinos ideales.
Por lo pronto ya están todos listos para la función de esta tarde, cuando sostengan el primer y único debate que se ha programado, el cual se llevará a cabo en la sede del partido, donde ambos aspirantes intercambiarán opiniones en un formato ‘light’ para evitar que raspen mucho al muchacho de Madero.
La moderadora del ejercicio, el cual durará 52 minutos, será la conductora Adriana Pérez Cañedo, informó la comisión electoral del PAN, y como andamos muy modernos, el evento se transmitirá en vivo por Youtube y EfektoTV, donde se abordarán temas como los retos internos del partido y los desafíos para la vida nacional, con réplicas y contrarréplicas. Ricardo Anaya Abrirá el debate. Lo cerrará Corral. Si les gusta cómo queda, volverán a debatir.
Javier Corral tiene mucho qué ganar y poco qué perder. Su tiempo como senador se agota, el Movimiento Unión Ciudadana nomás no pegó, y es una buena oportunidad, sino para alcanzar la anhelada dirigencia, al menos para tener peso político con el cual negociar más espacios. Ahí la lleva.
Otro que le anda tirando a la ‘grande’ es precisamente el archienemigo de Corral, el gobernador César Duarte, quien podría dar un paso importante en su carrera si llegara a ser electo como nuevo presidente del PRI nacional, pues tiene todas las cualidades para serlo.
Quien lo dude, nada más que eche un vistazo a la habilidad del gobernador para planear estrategias políticas, para tejer en lo oscurito y para salir bien librado de temas tan delicados como su inexplicable enriquecimiento, la deuda pública y la compra masiva de propiedades, negocios y hasta su banco.
Podrán cuestionar los resultados de su gobierno, sus políticas públicas y hasta su probidad moral, pero nadie puede decir que César Duarte no es un político con sobradas habilidades, pues siempre encuentra la manera de aplastar, convencer o seducir a sus rivales, y esas son las características idóneas para un dirigente priísta.
Tampoco se ha descartado que el ballezano ocupe una secretaría de estado. Son muchas las áreas flojas del gobierno de Peña y les vendría bien sangre nueva del tipo serrano, de esa que está bien oxigenada para tomar decisiones difíciles.
Por Ley le toca a Mario Trevizo aventarse la bronca, pero ni de chiste podría quedar él, sólo sería el mandadero que le pase el cargo al nuevo gobernador, y dicen que esa silla no decidirá Duarte quien la ocupe, sino que podría proponer una terna y la decisión se tomaría directamente en Los Pinos.
La que también lleva una meteórica carrera política es Hortensia Aragón, la perredista más tricolor, pues ha mostrado más lealtad al gobernador que los priístas, y está por pedir licencia para irse de diputada federal.
Hablando del PRD, cada vez corren más los rumores de que, al menos a nivel nacional, podría fusionarse con el Partido del Trabajo, el cual tiene el registro casi perdido luego de la inacción de Alberto Anaya, un cacique nacional, aunque no tan cacique como los Aguilar, quienes de plano se la llevan.
Las jóvenes Aguilar han tratado de brillar con luz propia, de fingir que trabajan y que no están en esos puestos sólo por ser las hijas de su papi, pero la ciudadanía les ha dado completamente la espalda por inútiles y transas.
Pero ni aun así quieren soltar el hueso, ni ellas ni el clan Aragón, otra mafia, de manera que una eventual alianza entre ambas fuerzas queda descartada a nivel local, pues no necesitan votos para subsistir sino simplemente ser obedientes y levantar la manita cada vez que se los pidan.