La industria restaurantera podría crear 100 mil nuevos empleos en los próximos tres años, si las autoridades estimulan a los empresarios con herramientas fiscales que generen la deducibilidad al 100 por ciento en el consumo de alimentos, señaló la Canirac.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Hugo Vela Reyna, precisó que dicho estímulo, permitiría extender la vida de muchos negocios del ramo que cierran durante sus primeros tres años, y con ello contribuir al crecimiento de la economía nacional y creación de empleos.
Puntualizó que el desarrollo del consumo interno es prioritario para generar ganancias, mientras que para los empresarios, la obtención de créditos a tasas competitivas representa una gran oportunidad para que la industria se modernice y profundice en la sustentabilidad.
Resaltó que hasta el momento, la deducibilidad a consumo de alimentos es de sólo 8.5 por ciento, y espera que la nueva la Política de Fomento a la Gastronomía Nacional, impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto, ayude para que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) genere condiciones para competir con socios comerciales como Estados Unidos.
Por otra parte, precisó que ante el incremento en la paridad peso-dólar, los restauranteros no han elevado sus precios, ya que han optado por utilizar insumos nacionales, situación que ayuda a controlar los costos y a que no se deprima el consumo en los establecimientos.
Sin embargo, «si la rentabilidad se compromete, y los empresarios no generan lo suficiente, se pondrá en riesgo las fuentes de trabajo y el efecto se vería reflejado en un mediano plazo», subrayó.
Vela Reyna detalló que uno de los mayores impactos del efecto financiero, es en las inversiones de capital, ya que muchos de los equipos utilizados en los restaurantes son importados, sobre todo los de alta tecnología, situación que dificulta los gastos.
En el marco de la inauguración de la exposición Abastur 2015, el ejecutivo aclaró que a lo anterior se suma la informalidad, uno de los grandes problemas para el sector, ya que en México sólo 25 por ciento de los establecimientos son formales.