La relación entre el dinero y la felicidad ha sido objeto de numerosos estudios por parte de economistas, sociólogos y psicólogos. El debate no está ni mucho menos cerrado. Algunos estudios académicos, como el presentado hace unos años por el IESE, concluían que no siempre el dinero permitía comprar más felicidad.Ni siquiera el concepto de felicidad es del todo indiscutible.
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) británica se suma al debate con una investigación recién publicada en la que muestra que la riqueza se relaciona directamente con el bienestar y la felicidad.
«Hay muchas cosas en la vida más importantes que el dinero. ¡Pero cuestan tanto!». La frase que se atribuye a Groucho Marx encajaría con alguna de las conclusiones del estudio publicado por la ONS, el organismo estadístico oficial británico, equivalente del Instituto Nacional de Estadística (INE) español.
El estudio, de cuya existencia informó Reuters este viernes, concluye que el nivel de bienestar personal, de satisfacción personal, de autoestima y de felicidad son mayores, y el nivel de ansiedad es menor, a medida que aumenta la riqueza del hogar en el que vive una persona.
Lo que importa a efectos de que aumente la felicidad es más la riqueza acumulada que el nivel de renta, según las conclusiones del estudio. Y no es igual cualquier tipo de riqueza. El estudio estadístico señala que es la riqueza financiera neta la que se relaciona más con el bienestar personal y, en particular, con la satisfacción por la vida. Otros tipos de riqueza, como la posesión de bienes (como coches, antigüedades, joyas o sellos) aparecen menos relacionados con la felicidad.