Los torneos de ajedrez y juegos de cartas como el bridge y póker siempre se cubren en las páginas deportivas de los diarios o la correspondiente sección en los noticieros.
No es para menos. Los jugadores del «juego ciencia», como los de bridge y póker, siempre acusan un cansancio enorme, tanto físico como mental, después de un largo partido.
Sin embargo, hay quienes cuestionan que se coloque el rótulo «deporte» a dichas actividades, pues arguyen que no involucran esfuerzo físico.
Recientemente, Sports England, el ente gubernamental que rige el deporte en Inglaterra, rehusó otorgar fondos a la organización nacional de bridge, English Bridge Union, con el argumento de que un deporte debe ser una «actividad con el objetivo de mejorar el estado físico y el bienestar».
De acuerdo a los cálculos de un libro sobre la fisiología del ejercicio, una persona que pesa 70 kilos quemaría 105 calorías por hora jugando cartas (mientras que quemaría unas 400 si montara bicicleta a paso ligero, por ejemplo), si lo hace como esparcimiento en lugar de estar en un torneo de alto nivel.
Según Mark Burnley, profesor de deportes y ejercicio de la Universidad de Kent, en el sur de Inglaterra, es «esencialmente idéntico en términos de gasto de energía» a estar sentado quieto durante el mismo período.
Heather Dhondy, integrante del equipo inglés de bridge, reconoce que «no involucra mucha actividad física» pero, de todas formas, exige tener un buen estado físico, ya que la gente «puede pasarse hasta nueve horas diarias jugando».
Los grandes maestros de ajedrez consumen entre 6.000 y 7.000 calorías al día cuando están en competencia, asegura Robert Sapolsky, profesor de neurología de la Universidad de Stanford, en California, EE.UU.
«Generan un estrés psicológico masivo simplemente con el pensamiento. Hacen lo mismo que una bestia que acaba de abrirle el estómago a su más grande rival, pero todo está hecho con el pensamiento, las memorias y la emoción».
El corresponsal de ajedrez del diario Daily Telegraph, Malcolm Pein, ha notado que los jugadores pierden peso durante los torneos.
«Es como estar en exámenes finales durante nueve días seguidos, cada examen con una duración de cinco horas y con las preguntas cambiando a cada instante».
Los partidos que se juegan contra el reloj también requieren destreza, añade, recordando que una vez tuvo que efectuar tres movidas en un segundo porque se le había acabado el tiempo asignado.
No obstante, Burnley es escéptico con respecto a las cifras calóricas de las que habla Sapolsky.
«Ese es el tipo de nivel que se esperaría de correr una etapa del Tour de France».
Cualquiera que sea la producción calórica durante un torneo, es muy común que los jugadores élite de ajedrez naden o troten como parte de su preparación física.
Los mejores jugadores de póker se entrenan más y se alimentan bien para mejorar la resistencia.
Pero Burnley sostiene que hay «poca evidencia» para demostrar que el buen estado físico mejora el desempeño en el ajedrez, póker o bridge.
Pero Pein no está de acuerdo: «Dejé de jugar ajedrez después de cumplir 40. No podía aguantar el ritmo por más de cuatro horas. Demanda mucho físicamente».
Fuente BBC