No le atinamos. El gobernador César Duarte ni entregará el informe en silla de ruedas ni delegará la responsabilidad en alguno de sus subalternos, sino que será pospuesto “dos o máximo tres semanas” para que el mandatario pueda lucir en toda la gloria que merece al ser, en los hechos, el último informe real pues el último será simplemente una despedida.
Con un video filmado (simuladamente) por él mismo, el gobernador dijo desde su recámara que se pospondría, y se justificó diciendo que en cinco años de mandato no se ha tomado ni unas vacaciones, por lo que lo hará ahora que su salud se lo demanda, para evitar una tercera operación tras el accidente que sufrió en el helicóptero oficial, mientras llevaba de paseo a su rancho a la periodista Lolita Ayala.
Para darle más realismo, apareció con la cama toda destendida, las almohadas volteadas y recién levantado, en un intento de su equipo de comunicación de conectar con la raza, algo que nunca han logrado pues están acostumbrados a construir imagen con billetazos y no con estrategia.
Trascendió también que son tan fuertes los dolores que el mandatario ha considerado pedir licencia a su cargo, para recuperarse plenamente y no andar en recaída tras recaída, y también se habla de que se trasladaría a un sanatorio de primera en Estados Unidos para valorar una posible tercera operación.
El que no se conmovió fue Héctor Valles Alveláis, empresario cercano a Reyes Baeza y ex funcionario de su gobierno, quien resistió un tiempo bajo el mando de Duarte pero acabó por renunciar al igual que casi todos los de su bando ante la presión.
Valles acusó a Duarte de prepotente, grosero, mal amigo, y hasta cobarde, sobre todo por la facilona acusación que hizo sobre los 3,000 millones de pesos que habría desviado de un rubro de su gobierno a otro, los cuales dijo el ballezano merecían la cárcel, pero por pura buena onda se las perdonó.
Mientras tanto, ni Reyes Baeza ni Christián Rodallegas han respondido a los agravios. Ninguno contesta llamadas ni whatss app, quizá por la prudencia que los caracteriza, aunque sería muy ingenuo creer que se quedarán así como así, seguro algo traman para devolverle la ‘cortesía’ al mandatario.
El tiro deberá continuarlo Fernando Rodríguez Gíner, diputado juarense quien fue electo para presidir el Congreso hasta diciembre, con la encomienda de coordinar la entrega del quinto informe de Duarte y, principalmente, la inhabilitación en contra de Marco Quezada. A Mayra Chávez la dejaron en el camino, pues está arrastrando muchas broncas desde Juárez y no creen que dé el ancho.
El que también trae dolores, pero de cabeza, es Enrique Serrano a quien se le está saliendo de las manos su ‘aeroshow’, y para tratar de sacudirse el embrollo y seguir repartiendo despensas ya hizo rodar cabezas, como la de Fernando Motta, quien salió de Protección Civil Municipal.
No será el único. Hay preocupación en la alcaldía de Juárez que quedó salpicada por un caso muy similar al que se usa para allanarle el camino a su principal rival, Marco Quezada. Así, el suelo comienza a emparejarse, no por la buena voluntad política de quienes mandan en el estado y en el PRI, sino por el mero destino.
A pesar de todo, los casos son distintos. La administración de Serrano cometió omisiones graves, pero no fue la parte organizadora (como lo fue el Ayuntamiento de Chihuahua en el Aeroshow), y al parecer fueron los ejidatarios de Villa Luz quienes se saltaron por sus pistolas todos los trámites. También llama la atención que Protección Civil Estatal simplemente se lava las manos en uno y otro caso, y su papel ha sido meramente referencial, no se responsabilizan de nada mientras Luis Luján Peña sólo palabrea pero no deja ninguna acción que se note.
Al igual que en el caso del Aeroshow, el único señalado y detenido es el piloto, Rafael de la Rosa, quien es sobrino de Gustavo de la Rosa Hickerson, uno de los derechohumanistas más reconocidos no sólo de la frontera, sino del país, quien asumió la defensa de su pariente pero luego fue sustituído.
En este caso las baterías se enfocan hacia Gilberto Galván, organizador del evento, y el veredicto será de pronóstico reservado, pues este caso no se analizará por la vía penal, sino más bien por la política, pues hay muchas marañas que lo relacionan nada menos que con la sucesión gubernamental.
Pero a Serrano no le basta la bendición de Duarte para llegar a la gubernatura, y por si las dudas quiere reforzarla con la bendición del papa Francisco, a quien envió una invitación para que visite Ciudad Juárez, luego de que el pontífice expresara su interés de visitar dicha frontera.
Los que no se salvan ni con la bendición papal son los del Partido del Trabajo, quienes están haciendo todo lo posible para seguir mamando de la ubre pública como lo han hecho por décadas, sin ningún aporte para la ciudadanía y sin soltar un solo puesto para alguien que no sea de la familia.
Ahora están empujando a la franquicia política como un partido local en Chihuahua, lo cual es lícito, pero el INE está tratando de dejarles las prerrogativas anteriores, como si no hubieran perdido el registro, y así conservar lo que más busca ese grupo parasitario de la política chihuahunse: las prerrogativas.
La que sí rendirá su informe, con bombo y platillo, es la senadora Lilia Merodio, quien ya envió las invitaciones para que el próximo 19 de octubre se congregue el grillerío en el Centro de Convenciones, y así tantear que tanto arrastre trae y si le alcanza para candidatearse rumbo a la gubernatura. Para que no le fallen, está llamando personalmente a los invitados más relevantes, que son muchos.