Cuando un diplomático europeo llegó a firmar la renovación de contratos de telefonía móvil para su personal en la Ciudad de México hace poco, se maravilló al ver que el costo se había reducido a la mitad en comparación con el precio de hace dos años.
La caída en los montos de las facturas de los servicios públicos y de los celulares -los resultados más tangibles para la mayoría de los mexicanos de la ambiciosa campaña de reforma del presidente Enrique Peña Nieto- está ayudando a poner más pesos en los bolsillos del pueblo a medida que el gobierno se enfoca en una recuperación liderada por el consumidor.
El gasto de los consumidores mexicanos no parece estar mostrando señales de desaceleración. Las ventas de automóviles subieron en un 25 por ciento en septiembre respecto al año anterior; las ventas de bienes de consumo aumentaron un 1.9 por ciento de junio a julio y 3.6 por ciento en comparación con julio de 2014. Y no se trata tan sólo de artículos costosos como los automóviles; Walmart, la mayor cadena minorista de México, anunció un 7 por ciento de aumento en las ventas anuales de una misma tienda en septiembre.
Este sólido patrón de gasto aparece en el contexto de un lento crecimiento, con una expansión de sólo 2.2 por ciento durante el segundo trimestre. Peña Nieto declaró en su Informe de Gobierno el mes pasado que el crecimiento «se debe, en gran medida, al dinamismo del mercado doméstico, mayormente a un mayor consumo por parte de las familias mexicanas». El gobierno, en cambio, ha tenido que reducir su propio gasto después de la caída del precio del petróleo. Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó nuevamente su pronóstico de crecimiento para México durante el año 2015.
El aumento en el gasto de los consumidores representa una inusual buena noticia para el Gobierno de Peña Nieto. El derrumbe de los precios del petróleo ha obligado a implementar considerables recortes presupuestarios y ha disminuido el interés de los inversores en relación con su emblemática reforma energética. Además, una serie de escándalos acerca de conflicto de intereses, una crisis sobre el manejo de la desaparición de 43 estudiantes y la creciente exasperación del gobierno ante las críticas de su récord de derechos humanos y del manejo de los problemas han ocasionado que el impopular presidente parezca cada vez más alejado de la realidad.
México -con unas florecientes industrias automovilística y aeroespacial, así como con un pujante sector de maquiladoras que produce televisores de pantalla plana y otros bienes para la exportación en grandes cantidades- está muy integrado con la economía estadounidense, el destino de alrededor del 80 por ciento de sus exportaciones. Debido a la lenta recuperación de Estados Unidos, se ha retrasado la mejora económica general al sur de la frontera. Por eso, los minoristas están desesperados por atraer a los compradores.
El Palacio de Hierro, la cadena de tiendas por departamento más exclusiva de México, abrirá su nueva tienda insignia a principios del próximo mes, poco antes de que el país celebre El Buen Fin, su versión de las promociones de venta del Black Friday (Viernes Negro) estadounidense, entre los días 13 y 16 de noviembre.
Pedro Balcão-Reis, un economista de Santander, declaró:
El número de empleos creados en México es un 4.5 por ciento mayor que hace un año. Los salarios han aumentado un 4.6 por ciento, la inflación es del 2.5 por ciento y las remesas de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos han aumentado un 40 por ciento. No representa sorpresa alguna que el consumo sea tan significativo
Las remesas a México, el mayor proveedor de trabajadores extranjeros a Estados Unidos, han sobrepasado este año la marca de los 2 mil millones de dólares al mes, la cual sobrepasaron más recientemente y de manera consistente durante el año 2008, según datos del Banco de México (Banxico).
Sin embargo, a pesar del auge de consumo, se espera que El Buen Fin sea menos lucrativo que el año pasado. Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, pronosticó un aumento de las ventas de solamente entre el 4 y el 5 por ciento en comparación con el año pasado, durante el cual fue de casi el 14 por ciento en relación con el 2013.
Él lo achaca al volátil ambiente financiero internacional. Pero el hecho es que, a pesar de lo que dicen las cifras de consumo, muchos mexicanos se sienten pesimistas.
Parte del problema se debe a que la mitad de la economía está en el sector informal, en el cual los trabajadores no pagan impuestos pero tampoco reciben beneficios. Viridiana Ríos, directora de México ¿cómo vamos?, afirmó que el crecimiento en el consumo «no se reflejaba en lo más mínimo en la reducción de la pobreza».
En una casa de empeño muy cerca al Zócalo de la Ciudad de México, la actividad es muy dinámica. El propietario de un negocio de ropa estaba empeñando algunas joyas de oro. «Empeñé algo hace un año y todavía no puedo sacarlo. Claramente, no le está yendo bien a nuestras fortunas familiares», dijo él, rehusando a dar su nombre. «Necesitamos este dinero para los gastos básicos».
El crecimiento económico es todavía demasiado bajo como para traducirse en un sentimiento de confianza, y la depreciación del 21 por ciento del peso durante el año pasado contra un dólar fuerte ha creado un sentimiento de pesimismo, declaró Ríos. Los mexicanos dan importancia a la cotización del dólar, una resaca de las crisis pasadas.
El auge del gasto de México es aún más sorprendente ya que está sucediendo sin una recuperación en el crédito, añadió Balcão-Reis.
No es que la gente esté gastando una mayor cantidad de su ingreso disponible, sino más bien que su ingreso disponible ha aumentado con mayores salarios y más empleos
¿Es posible que pueda durar? Balcão-Reis cree que sí. La mitad de los nuevos empleos que México está agregando son en el campo de la fabricación, y la perspectiva de aumentar el acceso del país al económico gas shale estadounidense para ayudar a reducir las altas tarifas de electricidad está volviendo a México todavía más competitivo.
«Debido a que la recuperación en Estados Unidos ha sido lenta, creemos que puede continuar durante un par de años, resultando así en un crecimiento aceptable en México», añadió.
El Financiero