Los mexicanos se aprestan a pagar mucho menos por la gasolina. Esto lleva a los operadores en bonos a repensar sus hipótesis relativas a la inflación.
El mes pasado, el presidente Enrique Peña Nieto propuso vincular los precios de la gasolina a los niveles internacionales imperantes a partir de enero, adelantando una transición que había sido programada previamente para 2018. La medida podría implicar enormes ahorros para los consumidores del país, que actualmente pagan en promedio un 38 por ciento más que los estadounidenses por la gasolina.
Es probable que el cambio mitigue el posible salto en los precios de las importaciones después de la caída del peso este año y limite los aumentos del costo de vida. Los operadores en bonos tomaron nota. Ahora consideran que la inflación promediará 3.47 por ciento anual durante los próximos dos años, comparado con una perspectiva de 3.72 por ciento en septiembre.
“Las expectativas apuntan a que los precios de la gasolina caerán”, dijo desde la Ciudad de México Marco Oviedo, economista principal para México en Barclays. Su proyección para la inflación es de 3.1 por ciento el año próximo.
En una entrevista este mes, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dijo que acelerar la eliminación de los precios de la gasolina fijados por el gobierno “debería ser favorable para las expectativas inflacionarias”.
“Históricamente, los precios de la gasolina y el diésel son precios públicos que se espera que aumenten”, dijo. “Cuando eso es sustituido por la expectativa del mercado, las expectativas inflacionarias se vuelven mucho más neutras”.
La Cámara baja aprobó este lunes el cambio referido a los precios de la gasolina, que está incluido en la parte de los ingresos en el presupuesto propuesto. El Senado debe aprobarlo para fines de este mes.
LO MISMO, PERO MÁS CARO
La gasolina magna se vende a 13.57 pesos el litro, es decir unos 3.10 dólares el galón, según la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas). Esto se compara con un precio minorista promedio de 2.25 dólares el galón en los Estados Unidos, según AAA, el mayor grupo automovilístico del país con sede en Heathrow, Florida.
Los precios de la gasolina podrán bajar, pero la caída de 18 por ciento de la moneda en el último año probablemente haga subir los precios minoristas en tanto los importadores trasladan sus costos más altos, dijo Gabriel Lozano, economista principal para México en JPMorgan Chase.
“La moneda será más determinante” para la inflación, dijo desde Ciudad de México Lozano, quien prevé un aumento de 3.8 por ciento en los precios al consumidor el año próximo.
Las medidas adoptadas por el gobierno este año para poner fin a los aumentos de precios mensuales de la gasolina y eliminar las tarifas de telefonía de larga distancia pesaron más que el impacto de la moneda más débil en los gastos de manutención. La tasa de inflación anual cayó hasta 2.47 por ciento hasta la primera quincena de octubre, un mínimo histórico, aun después de que el peso se desplomó también hasta un mínimo récord.
“Hay una gran probabilidad de que los precios de la gasolina se mantengan o que incluso bajen un poco”, dijo Benito Berber, estratega en Nomura Holdings Inc. de Nueva York. “Me parecía que la caída en los precios de las telecomunicaciones era algo que se daría por única vez, pero podríamos ver una mayor reducción. Esas dos cosas son enormes para la dinámica de los precios”.
Fuente El Financiero