Los cazadores estadounidenses están matando un grupo muy numeroso de leones africanos para transportarlos como trofeos de caza. Sin embargo, reguladores en Estados Unidos amenazan con frenar una de las actividades más exclusivas, caras y polémicas del mundo.
El año pasado, los estadounidenses importaron la cifra récord de 745 leones africanos como trofeos, un aumento de 70 por ciento desde 2011 y más del doble del total de 2000, según datos del Servicio de Peces y Vida Silvestre.
La agencia tiene hasta el 29 de octubre para tomar una determinación final sobre el estatus del león africano, al que propuso poner en la lista de animales amenazados, según la Ley de Especies en Peligro.
La agencia también recomendó exigir un permiso especial para importar leones como trofeo, esto podría reducir el número de leones muertos que entran a la Unión Americana, pues también ha habido un incremento en los costos de los safaris que suelen superar los 100 mil dólares.
Esta situación está desencadenando que cada vez más personas viajen con sus armas a África para perseguir al rey de la selva.
“Los que creen que nunca tendrán su oportunidad de conseguir un león lo están haciendo mientras se pueda”, dijo Aaron Neilson, un agente de safaris en Colorado cuyos negocios, entre los cuales hay expediciones de caza de leones, aparecen en un programa de televisión del Sportsman Channel. “El consenso entre los que venden expediciones de caza viene siendo ‘anda, hazlo ahora’”.
INDIGNACIÓN
Grupos defensores de los derechos de los animales buscan terminar con una práctica a la que consideran brutal. La caza volvió a quedar bajo la lupa después de que un dentista de Minnesota en una expedición de caza deportiva matara a Cecil, un león muy querido que vivía en el Parque Nacional Hwange de Zimbabue, desatando la polémica en redes sociales. En respuesta, aerolíneas como United Continental Holdings Inc. y Delta Air Lines Inc. prohibieron el transporte de ciertos trofeos de caza africanos.
La caza llega en un momento en el que los expertos en vida silvestre tratan de frenar una merma vigente hace tres décadas en la población de leones africanos, que ha sido diezmada por la pérdida de hábitats naturales, la caza furtiva y la urbanización. Quedan tan sólo 20 mil leones salvajes en el continente, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, una organización ambiental con sede en Suiza. La cifra representa una caída frente a más de 75 mil ejemplares en 1980.
COSTOSO
Las expediciones de caza de leones son particularmente caras, y algunas de las más exclusivas cuestan 175 mil dólares, según John J. Jackson III, presidente de la Fuerza de Conservación, un grupo que aboga por la caza como medio de preservación de la vida silvestre. Una restricción podría hacerlas todavía más exclusivas.
El león sigue siendo el santo grial de los trofeos para los cazadores deportivos que dicen que la agilidad felina del animal, su carácter escurridizo y su rugido feroz lo convierten en el objeto de una caza única en la vida.
“Son las criaturas más duras y salvajes del mundo”, dijo Jackson. “La mayor celebración del Imperio romano fue cuando Julio César mató a su quingentésimo león. Siempre ha sido el rey de las bestias”.
Fuente El Financiero