Ahora investigadores en Estados Unidos afirman que encontraron tres medidas básicas para lograrlo: mantenga un diario de todos los alimentos que consume, no se salte ninguna comida y evite comer en restaurantes, en particular durante el almuerzo.
Los científicos del Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson llegaron a esa conclusión después de estudiar a un grupo de mujeres con sobrepeso u obesas que fueron puestas a dieta durante un año.
Los resultados publicados en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics (Revista de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos) encontraron que aquéllas que siguieron esos tres consejos -y en particular las que llevaron un diario de comidas- fueron las que lograron perder más peso.
Tal como expresa la doctora Anne McTiernan, quien dirigió el estudio, «ésta es la primera vez que se mide el impacto de una serie de conductas de autocontrol en el peso corporal».
«En lo que se refiere a la pérdida de peso, la evidencia de los estudios clínicos controlados y aleatorios que comparan las diferentes dietas han encontrado que restringir las calorías totales es más importante que la composición de la dieta, como las dietas bajas en grasas o bajas en calorías».
«Por lo tanto -agrega la investigadora- el objetivo específico de nuestra investigación era identificar conductas que apoyaran ese objetivo global de restringir las calorías».
Honestidad y precisión
Para encontrar qué conductas podrían ayudar a ese objetivo se llevó un registro durante un año de 123 mujeres obesas o con sobrepeso de entre 50 y 75 años.Todas las participantes tenían un estilo de vida sedentario.
Para el estudio se les dividió al azar en dos grupos: uno seguiría una dieta de restricción calórica durante un año y el otro grupo seguiría la dieta de restricción calórica junto con una rutina de ejercicio.
Asimismo se les dieron una serie de consejos básicos para lograr su pérdida de peso.
En particular, se les recomendó que al llenar su diario de comidas fueran honestas y registraran todo lo que comían, que fueran precisas y registraran las porciones, que completaran detalles sobre la preparación de los alimentos y fueran consistentes, es decir que llevaran siempre su libreta para anotar su consumo.
Los resultados, al final de 12 meses, mostraron que las participantes habían perdido en promedio 11% del peso corporal que tenían al iniciar, unos 8,6 kilos.
La mayoría habían seguido dietas de entre 1.200 y 2.000 calorías diarias.
Pero las que más peso lograron perder fueron las que llevaron un diario de comidas.
Éstas perdieron en promedio 2,7 kilos más que las que no llevaron diarios.
Las que dijeron saltarse comidas perdieron 3,6 kilos menos que las que no se las saltaban.
Nada de restaurantes
Las que salían a comer a restaurantes al menos una vez a la semana también perdieron menos peso: unos 2,2 kilos más que las que no salían, en particular durante el almuerzo.
Tal como expresa la doctora McTiernan, «un diario de comidas es una de las formas más fáciles de mantener un registro de lo que estamos comiendo».
«Si usted lo escribe, parece más real. Si no lo escribe, es fácil pretender y engañarse a sí misma de que no ha comido tanto» agrega.
En cuanto a saltarse las comidas, los investigadores creen que esto provoca que el individuo «respondamás favorablemente a alimentos de altas calorías y por lo tanto termine comiendo más».
La conclusión, dice la doctora McTiernan, «es que para quienes están tratando de perder peso el principal consejo, basados en este estudio, es que mantengan un diario de comidas para ayudarse a cumplir su objetivo diario de consumo».
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