Hay información que es aterradora.
Son conocidas como “cortadoras” y su función es realizar mutilaciones en los genitales de las niñas en Kenia para evitar que sean “promiscuas”. Dos mujeres revelaron cómo pueden ejecutar este escalofriante método que atenta contra los derechos de las pequeñas.
Nima Elbagir, periodista de CNN recogió las espantosas declaraciones de Hawa y Fatima, como se identificaron las “cortadoras”.
La madre e hija aseguran que la mutilación genital femenina es una práctica común en África que no sólo afecta a las niñas del continente, sino a estadunidenses y británicas que cada año viajan al continente negro para visitar a sus familiares.
“Sentamos a la niña, alguien le venda los ojos y luego la cortamos 3 veces. Después le ponemos el alcohol sobre la herida”.
Así describen las mujeres el doloroso procedimiento por el que las niñas tienen que pasar pues los habitantes de la región consideran que así se mantendrán puras y libres de la promiscuidad.
“El alcohol puede ser un poco doloroso para ellas pero sólo así dejan de sangrar”. “Les vendamos los ojos y les ponemos sus manos en la boca para que no puedan gritar, pues si lo hacen asustarán a las niñas que esperan su turno para el doloroso procedimiento”.
Una vez que las niñas son sometidas a la mutilación genital femenina, deben esperar 3 semanas a recuperarse de las heridas:
“Las limpiamos cada mañana con alcohol. Después de 2 semanas vemos que la herida haya sanado y les damos permiso de que caminen un poco”.
“Para la tercera semana las niñas ya se han recuperado pero les advertimos que no pueden realizar muchas actividades sino hasta pasado el mes que es cuando se puede reincorporar a sus actividades habituales”.
Se estima que 700 mil niñas víctimas de la mutilación genital femenina viven en Europa; unas 140 mil en Reino Unido y otras cien mil en Francia. En EEUU se calcula que viven otras 500 mil.
¿Hasta cuándo terminaremos con este tipo de violaciones hacia las mujeres? Pese a que la gran mayoría de legislaciones en países de África prohíben esta terrible práctica, son los mismos familiares quienes la perpetúan por temor a la exclusión social.
Cortesía de imágenes: CNN
Fuente Excelsior