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Opinión

EL AGUA EN LAS SOCIEDADES ANTIGUAS por Kamel Athie Flores

Continuando con los romanos en la antigua provincia romana, constituida como la unidad política de diversos reinos en la época de los reyes católicos, hereda de la civilización y dominio romano una amplia infraestructura hidráulica.

Durante la dominación romana se construyeron numerosos puentes sobre los ríos para unir ciudades, rutas comerciales; se introdujeron cisternas para abasto del consumo humano; en los ríos se desarrollaron sistemas de navegación para el tráfico comercial.

Estrabón refiere como desde los años antes de Cristo se recorrían el Betis (Guadalquivir) el Anas (Guadiana); igualmente en las rutas costeras, la construcción de obras portuarias como la Torre de Hércules en La Coruña, o Portus Albus (Algeciras) Portus Magnus (Bahía de Almería) por citar solo unos cuantos casos. También está la construcción de baños públicos, piscinas y termas, todo lo cual fue detallado líneas arriba en la descripción de Frontino.

En la época de la monarquía absoluta, de la España imperial, los asentamientos ricos e importantes se introdujeron obras costosas, vistas con admiración, Madrid, por ejemplo, por ser la capital a partir de 1561 de la monarquía hispánica, contó desde su fundación con «una intrincada y compleja red de viajes de agua», como se llamaban las conducciones de agua potable.

En la vecina Toledo, desde la época de la dominación musulmana «todas las casas tenían por lo menos un aljibe en el que se recogían las aguas de lluvia» y cuando las lluvias escaseaban los aljibes «eran llenados por los azacanes [aguadores], para que en las casas no escaseara el agua». Aparte se disponía de agua para beber, «de mejor calidad y por tanto más cara», que «se acarreaba o se compraba a ser posible todos los días y se guardaba en vasijas especiales, de barro preferentemente.»

En esta ciudad el abasto de agua siempre se dificultó «por el marco físico en el que se encuentra enclavada», es decir, la diferencia de alturas (90 metros) entre la ciudad y el río Tajo, su fuente natural y abundante, por lo menos en teoría. Paradójicamente, la ciudad «está rodeada de agua pero carece de ella» y subirla ha constituido siempre un gran reto.

En la época de Felipe II, el lombardo Giovanni Torriani, conocido en España como Juanelo Turriani, «que tenía una reconocida fama de relojero, matemático e inventor», diseñó un ingenioso sistema de norias para subir el agua desde el Tajo hasta el Alcázar de la ciudad, conocido popularmente como artilugio de Juanelo. A ciencia cierta no se sabe si funcionó, porque los testimonios son contradictorios y desde que se firmó el contrato para su construcción (1565), el empeño fue muy criticado y su autor ridiculizado. Independientemente de su éxito, este episodio constituye «un hito muy importante en la historia del abastecimiento de agua a Toledo», «un símbolo de este deseo inalcanzable de subir el agua a la ciudad», y adicionalmente un referente en la historia de los «artefactos hidráulicos.»

En algunos casos de obras hidráulicas, como acueductos, se construyeron según el modelo de los qanat’s de la antigua Persia, llamados falaj en el mundo árabe y foggara’s en el norte de África, en el Magreb concretamente. El término qanat significa «conducto» en el árabe original.

De acuerdo con la caracterización de López Fernández, los qanat’s son «túneles con pendiente suave que conducen el agua hidrostática a la superficie del suelo por simple gravedad» y a lo largo de los cuales se construyen «pozos adventicios que permiten airear la obra y evacuar los escombros.»

El interés por el agua ha despertado constantes inquietudes en los seres humanos y motivado reflexiones muy diversas, interpretaciones encontradas,  y ha sido fuente de inspiración de las expresiones derivadas de la mitología, la religión, la filosofía y el arte, la administración pública, la política y por supuesto de la ciencia y la tecnología.

kamelathie@gmail.com

Opinión

Ken Salazar: ¿Embajador o Actor de Telenovela? Por Caleb Ordoñez T.

¡Ah, Ken Salazar! El embajador de Estados Unidos que nos ha dejado perplejos con sus altibajos políticos, sus declaraciones dignas de un guión de serie, y su relación complicada con la Cuarta Transformación. Si algo ha demostrado este diplomático es que puede pasar de ser el mejor amigo de la 4T a su crítico más feroz, dependiendo de cómo soplen los vientos en Washington. Vamos, que ni él mismo parece saber en qué equipo juega.

La historia de Salazar en México comenzó con un apoyo incondicional a la estrategia de seguridad de López Obrador. “Queremos ayudar a México”, decía con entusiasmo. Todo iba viento en popa: AMLO estaba contento, Salazar estaba contento, y la relación bilateral estaba, si no perfecta, al menos pacífica. Pero, de repente, Salazar empezó a lanzar críticas, como si su personaje hubiese sufrido un cambio drástico de dirección. ¿Qué pasó? Pues, para sorpresa de todos, ¡Donald Trump volvió al juego! Y al parecer, eso trajo consigo una versión “Ken Salazar 2.0”, una más crítica y menos amigable.

Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordoñez T.

La situación llegó al punto de que Marcelo Ebrard, nuestro ex canciller, tuvo que enviarle un mensaje directo (aunque con tono irónico y de pulida diplomacia): “Dear Ken, what are you talking about?”. ¿Qué habrá pensado Salazar al leer esa frase? Porque para el diplomático promedio, una indirecta así es casi un grito. ¡Imagínense! Si hasta los memes en Twitter le daban vuelta, como si se tratara de una pelea entre amigos que ya no se soportan.

Por si fuera poco, Sheinbaum, en una de sus mañaneras, no perdió la oportunidad de hacer un comentario jocoso sobre los vaivenes del embajador. “Es que Ken se confunde”, dijo en tono irónico, como quien habla de un viejo amigo algo despistado. Claro, el comentario causó risas entre los presentes, pero también dejó en claro que el equipo de AMLO ya no se toma muy en serio las críticas de Salazar. Tal parece que la figura de Salazar es ahora vista como una especie de personaje excéntrico, más digno de un episodio de sátira política que de una embajada.

Pero lo realmente intrigante es: ¿quién podría suceder a Ken Salazar si Trump llega a la Casa Blanca nuevamente? ¿A quién enviaría el expresidente a continuar esta telenovela diplomática? Tal vez podríamos ver a alguien de su círculo más leal, como un Mike Pompeo, experto en lanzar dardos con una sonrisa, o, por qué no, a alguien más peculiar y polémico, como un Rudy Giuliani, quien seguramente haría de la embajada un espectáculo.

La verdad, sea quien sea, seguro nos traerá más drama. Porque, al parecer, la embajada de Estados Unidos en México ya no es un puesto diplomático, sino un auténtico reality show político, donde el que llega, o es nuestro mejor amigo, o el villano de la temporada. Así que preparemos las palomitas, porque la novela de Ken Salazar, o de su posible sucesor, seguro aún nos tiene reservadas muchas sorpresas.

Y un edificio nuevo.

La embajada de Estados Unidos en México está casi lista, con un avance notable, y no podemos evitar preguntarnos: ¿vendrá Trump a cortarle el listón si gana en 2024?

Imaginemos el espectáculo: Sheinbaum dando la bienvenida en la mañanera y un Trump republicano hablando de “buenos vecinos” (entre ironías y sonrisas forzadas). ¿Cómo gestionarán esta relación diplomática? Seguro veremos un juego interesante de diplomacia y un poco de sarcasmo, donde ambos bandos tendrán que bailar al ritmo de las relaciones exteriores. Con Trump y Sheinbaum, podríamos estar ante el evento del año… o de la más extraña comedia política.

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