Luego de permanecer poco más de un mes de visita en el Museo Chihuahuense de Arte Contemporáneo Casa Redonda, la obra “Gabinetes de exploración” del artista lagunero Román Eguía, se despide de Chihuahua con un buen sabor de boca por parte de las instituciones organizadoras.
A decir de Sergio Garza Orellana, curador del Museo Arocena de Torreón, Coahuila, la obra de Román Eguía habla muy bien por si misma, ya que se trata de un trabajo completamente depurado, concentrado en esta exposición en particular en grabado, y cuyo autor ha tenido una trayectoria muy interesante desde que inició su carrera, muy joven, corta pero contundente, que empezó en la ciudad de Torreón para seguir con varias exposiciones en lo individual en México.
“Es un artista que refleja la gran trayectoria y las artes gráficas en el norte de México y que están despuntando a nivel nacional, un gran ejemplo de lo que puede ser el nuevo sentido de las artes gráficas en el Siglo XXI”, destacó Garza Orellana.
Desde el 18 de octubre el Museo Casa Redonda en coordinación con el Museo Arocena de Torreón, Coahuila, acogió la exhibición “Gabinetes de exploración” de Román Eguía, artista que por su trayectoria y particular visión artística ha prosperado de manera nacional e internacional, colocando temas propios de la región lagunera y del norte de México, su lugar natal, en el escenario de la gráfica global.
Durante la época de las grandes exploraciones trasatlánticas, una gran cantidad de personas motivadas por el asombro de encontrarse con especímenes y objetos nunca antes vistos, se dedicaron a dibujarlos y coleccionarlos, conformando con ellos los gabinetes de maravillas o de exploración. A través de la obra de Román Eguía observamos con el mismo espíritu viajero de quien se enfrenta por primera vez a un mundo extraño, estructuras físicas y simbólicas en objetos de uso cotidiano
“Esta exposición es un recorrido por la nueva obra de Román, no es la obra más reciente que tiene, pero si es una de las series de las que se compone y que dan muestra un poco del trabajo tan depurado y de la línea que maneja”, expresó el curador.
Son cuatro diferentes secciones que están divididas en gabinetes de exploración, el primero con el que empieza es el gabinete del silencio, una exploración muy visual que hace Román acerca de los objetos de uso común pero que el espectador puede recrear, como lo hizo una construcción casi matemática de los objetos que tiene la obra como tema.
El segundo es un gabinete fantástico, muy divertido, muy lúdico en el que se narran pequeñas historias de manera visual acerca de animales fantásticos, una serie se denomina “Cuatro cuentos cortos” que el artista le narra a su hijo recién nacido, como moraleja para que pueda afrontar la vida.
Luego sigue el gabinete del desierto que también atestigua un poco los orígenes de Román con los desiertos laguneros o el que comparte con el estado de Chihuahua y él lo que hace es mostrar algunos elementos típicos del desierto en una soledad absoluta que es la que se siente en la inmensidad de este desierto.
La última serie es el gabinete interior donde Román hace una obturación un poco más íntima, como se van construyendo los recuerdos a través experiencias, de imágenes y muchas cuestiones que están demostradas en las series.
La obra de Eguía muestra aspectos muy recurrentes en su trabajo. Está obsesionado en como se construyen cosas mas naturales y del hombre, elementos que se repiten, plumas, hojas, huesos, cuernos de animales, escamas de peces. Como se van construyendo elementos de la naturaleza humana.
Al describir al artista, Sergio Garza indica que se trata de una persona muy sencilla, que se ha dedicado a trabajar durante mucho tiempo, “siempre está trabajando y eso demuestra su pasión, además de contar con una importante trayectoria, que desde pequeño fructificó para dedicarse cien por ciento a su trabajo artístico, es muy comprometido con su trabajo, también se ha desarrollado a nivel profesional y nunca ha olvidado sus orígenes”, aseguró.
Román Eguía inició sus estudios en el grabado en un taller llamado “El Chanate” donde ha contribuido en forjar artistas locales de gran importancia, él mismo se ha convertido en una escuela.
Plumas, huesos, follaje, piedras y ramas son motivos constantes de su obra: una muestra clara del desierto que para Eguía, siempre está presente. A través de la precisión de sus buriles y la exactitud de sus incisiones, el grabador retrata territorios interiores que se ha aventurado a explorar y a traer de vuelta consigo como el testimonio de aquellas emociones e ideas que lo asaltaron en el camino.
La exposición de Eguía permanecerá vigente hasta el 20 de noviembre con horario de lunes a domingo de 10 de la mañana a 7 de la tarde, con un costo de entrada general de 20 pesos y 10 pesos para adultos mayores, estudiantes y maestros, los domingos la entrada es gratuita.