El próximo lunes 21 tendrá lugar el solsticio de invierno y con éste un fenómeno arqueoastronómico en El Castillo de Chichén Itzá: dos “caras” de la pirámide quedarán simétricamente iluminadas por el Sol y las otras dos permanecerán en sombra.
Es un fenómeno que ocurre dos veces al año: durante el solsticio de verano y el de invierno, señala Eddie Salazar Gamboa, profesor del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM).
El investigador recuerda que en el solsticio de invierno se registra la duración máxima de la noche y la menor del día. A partir de éste el fenómeno comienza a invertirse y al llegar el equinoccio de primavera ocurre una igualdad en la duración del día y la noche.
El lunes 21 el Sol saldrá a las 6:31 de la mañana y se pondrá a las 17:22 horas, lo que significa que el día durará 10 horas y 51 minutos. La noche será a su vez de 14 horas y 9 minutos.
En el solsticio de invierno el Sol parece detenerse en su trayectoria hacia el Sur y se ubica en los 270 grados de longitud y menos 23 grados y 26 minutos de latitud, pues se encuentra bajo el ecuador.
El mismo día tendrá lugar el cambio de estación, pues se terminará el otoño a las 23:46 horas y comenzará el invierno a las 23:47.
En cuanto al fenómeno arqueoastronómico en Chichén Itzá, Salazar Gamboa apunta que se dio a conocer en 2007 en el solsticio de verano y luego se pudo comprobar en el de invierno.
El fenómeno consiste en que dos alfardas de la pirámide, la Oeste y la Sur, quedan iluminadas, y la Norte y la Este permanecen en la sombra, con una simetría perfecta. Esto se podrá observar desde alrededor de las 3:30 de la tarde y hasta las cinco aproximadamente.
En el verano ocurre a la inversa, ya que el fenómeno se presenta al salir el Sol y son las alfardas Norte y Este las que quedan iluminadas y la Oeste y Sur, en la sombra.
El investigador apunta que en otras zonas arqueológicas de Yucatán hay otros fenómenos durante el solsticio. Por ejemplo, hace unos años se dio a conocer que en Mayapán se puede ver el ascenso y descenso de Kukulcán en una pirámide menor a la de Chichén Itzá.— Iris Ceballos