La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) estimó que en 2016 México enfrentará escenarios complicados ante la desaceleración económica a nivel mundial, los bajos precios del petróleo, la volatilidad de mercados y los recortes al presupuesto e inversión por parte del gobierno federal.
En su diagnóstico de perspectivas y propuestas para 2016, el organismo presidido por Manuel Herrera consideró correcto afirmar que la solidez macroeconómica distingue a México de buena parte de los países afectados por factores como la debilidad económica mundial, el descenso del precio del petróleo y las materias primas.
Asimismo, por el fortalecimiento del dólar, la desaceleración y ajuste de la economía en China o los procesos recesivos que se perfilan en Brasil y Rusia, considerados hasta hace poco tiempo como ejemplos a seguir en materia económica.
Sin embargo, aclara que estar en mejor posición no es sinónimo de ausencia de problemas, rezagos o asuntos de urgente atención, como el lento avance de la economía nacional y el comportamiento desigual de los sectores y regiones del país.
Advierte que si bien en 2016 se espera una mejora en la economía de Estados Unidos, no existe certeza de que ocurra lo mismo con su sector industrial, cuyo desempeño reciente genera dudas, pues la normalización de su política monetaria impulsará la volatilidad en los mercados financieros.
De igual modo, afectará los flujos de capital y los tipos de cambio, además de que en los meses por venir no se espera un repunte de los precios del petróleo, lo que se traduce en un entorno mundial complicado que puede impactar las economías emergentes como la mexicana.
Al interior, continúa, el país estará marcado por la austeridad presupuestal y un recorte en la inversión gubernamental que impactará a proveedores directos e indirectos de los gobiernos de los tres niveles.
No obstante, la cúpula industrial considera que en 2016 se puede inducir la reactivación ordenada de la economía, consolidar el esfuerzo modernizador emprendido, integrar la política industrial de nueva generación.
También, asegurar el uso eficiente de los recursos públicos y la transparencia en el manejo del gasto gubernamental y aprovechar correctamente el presupuesto destinado a la inversión en infraestructura.
“Debemos consolidar el esfuerzo modernizador y colocar la reanimación de la economía y el fortalecimiento del aparato productivo como asuntos prioritarios en la agenda del próximo año”, apunta en su diagnóstico.
En este contexto, propuso cuatro frentes: fortalecimiento del mercado interno; impuso integral a las pequeñas y medianas empresas; aprovechar la alianza por una política industrial de nueva generación; y fomentar la modernización tecnológica y la productividad.
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