Los futuros padres podrán tener a su primer o segundo hijo sin tener que solicitar autorización oficial y que las familias podrán organizar de forma independiente la maternidad, informó el gobierno central de China.
La medida anunciada este martes es parte de la “política de dos hijos”, que entró en vigor el pasado 1 de enero y relaja los controles de natalidad en el país más poblado del mundo, pero ya ha suscitado preocupaciones entre mujeres que trabajan o que buscan empleo.
En un documento, el Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado indicó que las parejas ya no necesitarán solicitar permiso para tener a sus vástagos y precisó que el sistema de aprobación será reemplazado por el registro de nacimientos.
Afirmó que “las familias serán capaces de organizar de forma independiente la procreación” bajo la nueva política, que es una relajación de la de “un solo hijo” que rigió en el país por más de 35 años aunque entonces fue implementada como temporal.
Con esta relajación, Beijing espera reducir la presión de una población que envejece, sin embargo la nueva política supone el aumento de los nacimientos y ello a su vez podría ejercer una gran presión sobre los empleadores y los recursos médicos.
Según informes del sitio web estatal de noticias ECNS, la política de dos hijos provocó entusiasmo popular y demógrafos han pronosticado que tendrá un impacto a largo plazo en la sociedad china, aunque para algunos empleadores es un obstáculo para el mercado laboral.
Refirió que gerentes de empresas estiman que contratar mujeres que planeen tener hijos los pondría en riesgo y citó como a un responsable que dijo tener “seis empleadas y tres de ellas están embarazadas. Tendremos escasez de mano de obra cuando tomen permiso por maternidad”.
Debido a estas preocupaciones, algunas empresas han formulado un “calendario de nacimientos” que estipula que las trabajadoras deben informar a sus empleadores sus planes de maternidad con un año de anticipación.
Entre la población femenina del país también han surgido preocupaciones a que la nueva política pudiese ser un obstáculo en el empleo, ya que concebir un segundo hijo significa tener que solicitar un permiso de maternidad y tiempo adicional para atenderlo.
Esa situación podría incluso poner en riesgo su fuente de ingresos, temen.
En ese sentido el Diario del Pueblo, órgano oficial del gobernante Partido Comunista, publicó este martes una advertencia comentario contra la discriminación hacia las mujeres trabajadoras o que buscan empleo.
Los empleadores deben cumplir con su responsabilidad social, en lugar de preocuparse únicamente por su costo y beneficios”, aseveró y sostuvo que toda la sociedad debe ayudar a cuidar de las necesidades de los niños.
Se estima que el número de recién nacidos podría elevar hasta dos mil millones el número de ciudadanos chinos en el plazo de un año, ya que las reservaciones de futuras mamás para este 2016 en los hospitales del país han alcanzado un máximo histórico.
De acuerdo con analistas, la política de dos hijos estimularía el desarrollo económico de china ya que impulsaría a las industrias de alimentos, juguetes, bienes raíces, automóviles, educación y prendas de vestir.
La política del hijo único fue implementada a nivel nacional en China en 1980, dos años después de que el gobierno comenzó a promover el control voluntario de la natalidad y luego oficializarlo como medida temporal, con el objetivo de frenar el rápido crecimiento demográfico.
Con la restricción, llegaron métodos para su cumplimiento como la fabricación y distribución de diversos métodos anticonceptivos, incentivos financieros y oportunidades de empleo preferenciales, así como sanciones económicas o de otro tipo para infractores.
China es el país más poblado del mundo y a finales de 2013 tenía mil 370 millones de habitantes.
Excelsior