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Invitados para llenar el salón, lo último en las bodas coreanas

“No tenemos suficientes invitados a nuestra boda y vamos a quedar mal delante de todo el mundo”. Es posible que en un país como México o España el porcentaje de parejas que haya pronunciado esa frase sea insignificante (de hecho el problema suele ser que la lista de asistentes es demasiado larga) pero en otros países como Corea del Sur o Japón ocurre lo contrario.

El grupo de amigos que acude a la boda es demasiado pequeño y los novios se avergüenzan de su escasa vida social, así que contratan a figurantes. Es decir, amigos falsos que rellenan espacio.

El servicio existe desde finales de los años 90 y, además de amigos, también ofrece otros grupos de apoyo como familiares o colegas de trabajo. La explicación más razonable a este sorprendente afán de aumentar el número de invitados se encuentra en el carácter hipercompetitivo de la sociedad surcoreana. Daniel Tudor explica en su libro Korea: The Impossible Country ese sentimiento de los ciudadanos que no solo consiste en hacer bien las cosas sino en hacerlas mejor que los demás. De ahí la necesidad de aparentar una vida perfecta, incluída una boda de ensueño con el número de invitados correcto. La expresión infantil del “pues yo más” trasladada del patio del colegio al pasillo de la oficina.

Kim Seyeon es una actriz que ha realizado muchos trabajos como invitada falsa. Cobra unos 20 dólares por boda y está dentro de una agencia que se dedica a prestar este tipo de servicios por todo el país. Según ha declarado a NPR: “Estamos en temporada alta de bodas en el país [agosto] así que acudo a dos o tres bodas al día todos los fine de semana”. Con el paso de los años el uso de figurantes ha ido creciendo y hay veces que ni una parte de la pareja sabe que un porcentaje de los asistentes a su boda son amigos de pega.

El País

Acontecer

Georgina Ledezma vende pulseras hechas a mano. Alumna del CAM 7507

Alumna del CAM 7507 del grupo de proyectos productivos, Georgina Kanakoqui Ledezma de 18 años de edad, joven alegre, entusiasta y trabajadora, con grandes habilidades para estar en un ambiente de trabajo, solicita el apoyo de la comunidad en general para que adquieran pulseras elaboradas con sus propias manos.

 


Bajo la asesoría y acompañamiento de la maestra Gabriela Rivero, en cuyas clases se desarrollan habilidades laborales con la finalidad de auto emplearse y/o realizar prácticas en ambientes reales, fue donde se gestó este emprendedurismo por parte de Georgina en la que de realizarlas como pasatiempo surgió la idea de ponerlas a la venta para generar sus propios ingresos como incentivo además, para que ella se sienta autónoma y feliz ya que debido a su delicada situación de salud no puede ejercer dentro de una empresa.
Este caso de éxito en la elaboración y convencimiento de producir artículos para su venta forma parte de los objetivos de nivel de formación para la vida adulta del CAM 7507 donde las maestras Ivone Santiago y Lydia Stirk del grupo de prácticas Laborales dan seguimiento puntual a todo su estudiantado.
Las pulseras de la joven Kanakoqui Ledezma estarán en venta en el restaurante “MAYÓLICA” ubicado en Blvd. Antonio Ortiz Mena 2033 Colonia Campestre-Lomas con un costo de $30 pesos.

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