La comunidad internacional advirtió a Corea Norte que endurecerá las sanciones que pesan en su contra en caso de que siga adelante con sus planes para lanzar un misil entre el 8 y el 25 de febrero.
Japón, Corea del Sur y Estados Unidos llevaban ya unos días en alerta y en comunicación constante ante los indicios de que las autoridades norcoreanas podían estar preparando el lanzamiento de un misil balístico, luego de que Pyongyang probó algunos componentes de la bomba H.
Corea del Sur calificó la notificación norcoreana como un «desafío» a la comunidad internacional, citando los actuales diálogos del CSNU para sancionar a Corea del Norte por su cuarta prueba nuclear, anunciada el 6 de enero.
Pyongyang ha estado sometido, desde hace años, a una serie de sanciones de Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por sus pruebas nucleares y de misiles que han endurecido su aislamiento, restricciones a las actividades bancarias, comerciales y de viajes de ese país.
El documento establece que los Estados miembros de la ONU impidan la prestación de servicios financieros y la transferencia de recursos que puedan contribuir a los programas nucleares o balísticos norcoreanos.
Corea del Norte notificó este martes a la Organización Marítima Internacional que planea lanzar un cohete para poner en órbita un satélite de observación terrestre entre el 8 y el 25 de febrero.
Se prevé que la primera fase del cohete transportador caiga en el mar Amarillo, frente a la costa oeste de Corea del Sur. La cofia o cobertura del satélite caería al suroeste de la isla surcoreana de Cheju, y la segunda fase se precipitaría frente a la isla filipina de Luzón, en el océano Pacífico.
Si el cohete cumple la trayectoria prevista, podría pasar sobre Sakishima, un isla japonesa situada en la prefectura de Okinawa, en el sur del archipiélago, destaco la cadena NHK.
La Organización Marítima Internacional ha hecho un llamamiento a las embarcaciones para que eviten navegar por las zonas mencionadas durante el periodo en que podría darse el lanzamiento.
Se espera que el jefe negociador nuclear chino, Wu Dawei trate de disuadir al Norte de lanzar el cohete de largo alcance e intente que regrese a las conversaciones sixpartitas para su desnuclearización.
El diálogo multipartito, en el que participan las dos Coreas, Estados Unidos, China, Japón y Rusia, tuvo lugar por última vez en el 2008.
Corea del Norte ha reiterado su intención de lanzar varios satélites como parte de su programa de desarrollo espacial.
En el 2009 y 2012, Corea del Norte lanzó un satélite, afirmando que era con propósitos pacíficos; sin embargo, Corea del Sur, Estados Unidos y otras potencias regionales, consideran que se trata de una tapadera para encubrir la prueba de misiles balísticos.
Conforme a las sanciones de la ONU, impuestas tras sus pruebas nucleares de 2009 y 2013, Corea del Norte tiene prohibido llevar a cabo el lanzamiento de misiles, incluidos cohetes espaciales, ya que solo se diferencian de los misiles en la carga útil que transportan.
Corea del Norte realizó su último lanzamiento de un cohete de largo alcance Unha-3 en diciembre de 2012, poniendo en órbita un objeto que describió como un satélite de comunicación.
La comunidad internacional considera que los lanzamientos son pruebas de misiles balísticos camuflados, sin embargo Corea del Norte insiste en que se trata de un programa espacial de carácter exclusivamente científico.
En desafío a la comunidad internacional, Corea del Norte anunció el pasado 6 de enero que realizó con éxito su cuarta prueba nuclear y la primera en la que utilizaba una bomba de hidrógeno, mucho más potente que las atómicas que se lanzaron contra Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Corea del Norte, que se proclamó potencia nuclear en 2005, ha realizado ensayos atómicos subterráneos en 2006, 2009 y 2013, violando cuatro resoluciones anteriores adoptadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Excelsior