El magnate Donald Trump no será presidente de Estados Unidos porque el público estadunidense reconoce que la presidencia es un trabajo serio y no un “reality show”, sostuvo este martes el presidente Barack Obama.
“Sigo creyendo que el señor Trump no será presidente. Y la razón es que tengo mucha fe en el pueblo estadounidense y creo que reconocerán que ser presidente es un trabajo serio”, declaró en rueda de prensa en California al final de una reunión con líderes asiáticos.
Trump, aspirante presidencial del Partido Republicano, obtuvo un segundo lugar en las asambleas electorales de Iowa, un segundo lugar en las elecciones primarias de Nueva Hampshire y aparece como favorito para ganar los comicios internos en Carolina del Sur.
Obama dijo confiar en que el público reconocerá que ser presidente no es lo mismo que ser un conductor de un programa de opinión o de un ‘reality show’, una alusión al hecho de que Trump condujo durante varios años el programa El Aprendiz de la cadena NBC.
“No es promoción o mercadotecnia, es un trabajo difícil y mucha gente cuenta en nosotros, no se trata de alcahuetear o hacer lo que te permita aparecer en las noticias”, aclaró Obama.
Dijo que la presidencia obliga a “tomar decisiones que a la gente no le gustan o tomar acciones que son impopulares y defender a gente que es vulnerable”.
Obama también pidió al público tomar en cuenta que el próximo presidente estadounidense tendrá acceso a los códigos nucleares o a la decisión de mandar a jóvenes de 21 años a la guerra o evitar un colapso del sistema financiero.
El presidente hizo notar su preocupación no sólo por Trump sino por el resto de los aspirantes presidenciales republicanos pues lamentó que ninguno de ellos asuma como real el problema del cambio climático.
Señaló que aunque Trump hace los comentarios más floridos, otros republicanos mantienen posiciones similares en temas como la política de migración o de refugiados musulmanes.
Obama confió sin embargo en que conforme se acerca el día de las elecciones “la realidad encuentra una forma de entrometerse”.
“El público estadounidense es muy sensible y creo que harán una decisión sensible al final”, consideró.
El Economista